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En la Capital Federal, en las sedes de los clubes San Lorenzo y Deportivo Español, ambas en Flores sur, fue notoria la desorganización, ya que muchas personas debieron hacer cola desde las 6 y por varias horas para poder sufragar.

Rolando Nogales, dirigente de la Coordinadora de la Colectividad Boliviana en Buenos Aires, criticó las pocas mesas puestas en esa zona, donde habita una nutrida comunidad boliviana y admitió que hubo "errores" cometidos por tratarse de la "primera vez" que los ciudadanos de ese país pueden votar en el exterior.

En tanto, el portal de noticias "Red Erbol" dio cuenta de que ciudadanos bolivianos se quejaron porque "algunos compatriotas fueron agredidos por los policías" que custodiaban las sedes de Flores, aunque no se reportó que hubiese denuncias formales al respecto.

En Argentina se estima que vive cerca de un millón de ciudadanos bolivianos, pero estuvieron habilitados para votar 89.953 bolivianos. La Argentina concentra el 53 por cientos de los empadronados fuera de Bolivia.

Fuentes oficiales expresaron que se dispusieron un total de 340 mesas electorales en la provincia de Buenos Aires, 25 en Jujuy y 21 en Mendoza, mientras en la Capital Federal los empadronados concurrieron a dos centros instalados en los clubes San Lorenzo y Deportivo Español.

Marcos Zelaya, vocero de la Corte Nacional Electoral, órgano estatal boliviano encargado de custodiar los comicios, afirmó por la mañana que se fueron solucionando "uno a uno los problemas" que se produjeron durante el comicio.

Zelaya indicó desde la sede del Club San Lorenzo de Almagro que a partir del mediodía se había dado "una dinámica mayor" a la votación, de modo que se fueron evitando las demoras generadas durante la mañana.

Fuentes de la Embajada de Bolivia estimaron en unos 200 los policías que prestaron su colaboración en el exterior de las sedes de votación, en tanto que la organización dentro estuvo a cargo de delegados electorales enviados especialmente para tal fin.

Asimismo, se informó sobre largas filas también en el barrio porteño de Liniers, una zona donde reside una importante comunidad boliviana.