Viernes, 9 de agosto de 2013 | Hoy
La Justicia de Rosario ordenó la liberación de Pablo Miño por no haber estado colaborando "de manera directa" con el gasista Carlos García en el momento en que explotó una pérdida de gas en el edificio de Salta al 2100. Su abogado, José Nannis, aclaró que, aunque haya quedado libre, su cliente continuará vinculado a la causa.
Miño "en todo momento se quedó afuera del edificio custodiando la camioneta con las herramientas. Todo lo que ocurrió en el interior, no lo pudo ver", aseguró el letrado, quien confirmó que su defendido fue beneficiado con una "libertad provisoria". El fiscal de la Cámara Penal de Rosario, Guillermo Camporini, había adelantado que el ayudante podría quedar libre, y opinó que el siniestro fue "producto de que ha fallado una serie de controles".
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