Aranguren, exCEO de Shell, relativizó la importancia del autoabastecimiento energético nacional y manifestó su interés en que exista un cambio en la administración estatal de la empresa YPF, recuperada de la gestión privada en el año 2012.

Frente a estas declaraciones, Ávila recordó que la privatización de YPF en el año 1992 derivó en el despido de 5000 personas con retiros voluntarios, y pidió “no volver a esa época" donde las "familias quedaban desprotegidas".

"Debemos estar atentos y expresar con firmeza nuestro repudio cuando referentes energéticos de espacios políticos como el PRO hacen estas propuestas”, puntualizó.

También recordó que la gestión privada de la compañía permitió que los operadores "no dejaran nada" y que fue el Estado el que tuvo que "pagar por la compra a Repsol".