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La Facultad de Ciencias Sociales de la UBA recuperará su vida académica habitual. Anoche, al cierre de esta edición, los estudiantes se preparaban para votar el fin de la medida de fuerza que mantuvo a esa casa de estudios sin actividad durante 45 días. Las clases, al igual que las tareas administrativas, se retomarán el lunes en las tres sedes. El desenlace del conflicto se precipitó después de la protesta estudiantil en el Ministerio de Educación, anteayer, y la firma de un acuerdo entre los alumnos, la UBA y la cartera, donde se comprometió el financiamiento necesario para concluir las obras del edificio único, en Constitución. El centro de estudiantes evaluó que con la protesta se demostró que “la UBA está en crisis y que sus responsables (gobierno nacional, rector y decano) cuentan con los recursos para dar soluciones”. El decano de Sociales, Sergio Caletti, dijo que si se analiza con cuidado, “no hay nada de lo que fundamenta la presunta victoria del centro de estudiantes que no fueran cosas que estaban ya previstas y encaminadas. Hace veinte días (el subsecretario de Obras Públicas) Abel Fatala había dicho que las obras comenzarían en marzo de 2011”.

Pasadas las 22 de anoche, la asamblea estudiantil continuaba debatiendo en la sede de Constitución. Según Lautaro Iglesias (Prisma), presidente del centro de Sociales, en sus exposiciones los estudiantes “apuntan al levantamiento de la toma”. Para Iglesias, el acuerdo alcanzado por el edificio fue “el triunfo más grande que consiguió el movimiento estudiantil de la UBA después del regreso de la democracia. Fue una victoria sobre los discursos de la derecha en la facultad”.

Una vez que se aprobara el cese de la toma, las autoridades de la facultad tenían previsto recorrer hoy todas las dependencias para evaluar el estado edilicio –en las sedes de Marcelo T. de Alvear, Parque Centenario y Constitución–. Posteriormente, se realizarán las tareas de limpieza en las instalaciones.

“Se puede decir: ‘¡Qué alegría que terminó este espanto de la toma!’ –dijo Caletti a Página/12–. Pero, por otro lado, es triste que hayamos atravesado un mes y medio, con un daño acumulado en distintos niveles de la comunidad académica, para estar en el mismo estado de situación que tuvimos antes del conflicto.” El decano reiteró que el compromiso firmado entre el Ministerio de Educación, la UBA y Sociales implica lo que ya estaba previsto. “Quedó como un triunfo de los estudiantes algo que ya estaba acordado de antemano” como partida presupuestaria para 2011. Caletti también denunció que se produjeron daños en las instalaciones y hasta un robo: “Durante el fin de semana violentaron la puerta de la Tesorería y se llevaron mil pesos, que era todo lo que había”, afirmó y aseguró que “la denuncia fue radicada en la comisaría correspondiente. Estamos esperando que se levante la toma para realizar un inventario”. Además, se refirió a la caída del servidor que comunica Sociales con el rectorado: “Según Telmex, el cable de fibra óptica está cortado. La empresa tendrá que hacer su informe. Si bien pueden haber sido ratas, no es una cosa que ocurra todos los días. Aunque no puede decirse que haya sido un sabotaje”.

Las autoridades de la facultad difundieron ayer un texto dirigido a estudiantes, docentes y no docentes, “Sociales somos todos”, convocando a un encuentro para hoy, a las 17, en Marcelo T. de Alvear y Azcuénaga, rechazando la toma y llamando a la restitución del cogobierno de la facultad, al restablecimiento inmediato de las actividades académicas de grado y posgrado y a la recomposición de los lazos de convivencia “en un clima de tolerancia y respeto por la diferencia y el disenso”. Para Caletti, “si levantan la toma, el acto de mañana (por hoy) simbolizará el regreso del gobierno tripartito, la institucionalidad y el comienzo de la reconstrucción, porque la facultad ha quedado muy dañada. Ojalá que se regrese a un clima de debate civilizado”.

Las manifestaciones estudiantiles regresarán la semana que viene. El miércoles, al cumplirse una semana de los incidentes en el Palacio Sarmiento, los estudiantes marcharán nuevamente al Ministerio de Educación para pedir una reunión con el ministro Alberto Sileoni. Allí reclamarán el cierre de las causas judiciales abiertas a los once estudiantes detenidos durante la refriega con la policía, procesados por ocupación de edificio público, privación ilegítima de la libertad, resistencia a la autoridad y daños.