“Es como si me hubieran puesto una calcevita en la cabeza.” Mariana Moyano, docente del Taller III de Ciencias de la Comunicación (UBA), recuerda que un estudiante definió con esas palabras “el efecto Rodolfo Walsh”, después de leer por primera vez sus textos. La experiencia emotiva de esa lectura encarna en la serie de trabajos que se exponen en la Facultad de Ciencias Sociales.

La muestra se llama Queremos a Walsh y es un homenaje a 80 años del nacimiento y 30 de la desaparición del escritor. La integran videos, cuentos, audio, fotos, dibujos, juegos, historietas, cartas, esculturas y escritos realizados por alumnos del taller en los últimos siete años a partir de una consigna sencilla e inquietante: hacer algo después de leer Operación Masacre, El caso Satanowsky y ¿Quién mató a Rosendo?. “¿Cómo podemos escribir sobre un autor, investigador, militante, revolucionario que hizo de su estilo un arma ideológica y de lucha sin faltar a esos ideales?”, se pregunta otro alumno en el prólogo a un libro que tituló El caso Walsh y cuyas páginas sólo pudo dejar en blanco. La muestra es el ensayo de una respuesta colectiva. Se puede visitar hasta hoy, de 15 a 22, en el piso 3º de Franklin 54.