VERANO12 › “SUDESTE”, DE HAROLDO CONTI

La literatura junto al río inmóvil

“Ninguna otra ciudad, que yo sepa, linda con un secreto archipiélago de verdes islas que se alejan y se pierden en las dudosas aguas de un río tan lento que la literatura ha podido llamarlo inmóvil”, arriesga Borges en su Atlas. La del delta del Tigre es la única orilla que a Buenos Aires le queda: de un lado del río, tajantemente, la ciudad; del otro, la selva. Si este mundo silencioso y esquivo tiene un poeta y un libro, estos son sin duda Haroldo Conti y Sudeste. El (los) protagonistas de Sudeste son las islas, ríos y canales del Tigre: el personaje humano principal, y casi exclusivo, el Boga, uno de tantos vagabundos de las islas, es una excusa para recorrerlas, para observar impresionísticamente cómo cambian con el paso de las estaciones y las horas del día.

Otros poetas de nuestro peculiar mundo fluvial ponen el acento en el carácter extático de su propias visiones (Juanele) o en la analítica de la subjetividad que lo percibe (Juan José Saer). A Conti le interesa, por sobre todas las cosas, el objeto mismo: la devoción referencial de su prosa logra crear la ilusión de que no es ella sino el Delta mismo el que brilla ante nuestros ojos, nos llena los oídos, se nos mete en las narices; leyéndolo, las aguas del Tigre nos corren por las venas. Esta humildad se revela también en su respeto por los saberes más específicos: el recorrido de los ríos y canales, el diseño de los barcos y el funcionamiento de sus motores, las diferentes especies de peces y la manera de pescar a cada uno. Como en el Hemingway más minucioso y manual, el de “El río de los dos corazones” y El viejo y el mar, en Sudeste Conti celebra los saberes manuales, prácticos, artesanales, y los toma como modelo del oficio de la literatura.

Compartir: 

Twitter

SUBNOTAS
 

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.