Martes, 7 de octubre de 2008 | Hoy
Sorprende escuchar la palabra sequía en una región donde el nivel de lluvias debería ser abundantes, principalmente en Chaco, Formosa y el norte de Santa Fe. Esta realidad es el resultado del mal uso del suelo. El problema es que nos enfrentamos a temporadas en que las lluvias son torrenciales, inundan todo y al año siguiente suele sobrevenir una grave sequía que termina provocando la salinización del suelo. Debo comentar que la superficie del Chaco se encuentra más baja que la correspondiente a la zona ribereña, condición que favorece la acumulación de agua, dando origen a esteros y bañados, que han sido modificados por la acción del hombre, buscando un mayor rendimiento económico. Esta realidad no es un hecho aislado. Se viene comentando en diversos medios, donde se analiza la disminución de las lluvias, que en sólo 10 años ha sufrido una importante merma, porque de los 4000 mm anuales bajaron a 1000 mm anuales. Culpabilizar sólo al cambio climático es no aceptar el grado de intervención de los actores sociales. En la zona se desarrollan una serie de actividades económicas que, en vez de mejorar el ecosistema lo hace más vulnerable; sólo como ejemplo, no debemos olvidar la tala irracional de los bosques nativos, para transformar la zona en un área de monocultivo de soja. Además de su biodiversidad, estos bosques acumulan humedad, amortiguan los efectos de una lluvia torrencial, disminuyen las temperaturas y sirven de barrera para los vientos. El no cuidado del ambiente termina perjudicando a todos, nos lleva a la pérdida del recurso natural, sumada a la falta de una adecuada política en materia ambiental, que termina provocando severas consecuencias, cuya proyección afectará económicamente al resto del país.
Silvia Rocca
DNI 17.035.122
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.