El 12 de octubre de 1979, la dictadura militar le cambió el nombre a la plaza de nuestro barrio en Flores Sur. Hasta ese día se llamaba Plaza Armenia, por la importante comunidad armenia que todavía hoy está presente. Ese día la dictadura la bautizó Virreyes y por si faltaba algo lo hicieron justo un 12 de octubre. Los virreyes eran la representación mercenaria de quienes cometieron el genocidio y el saqueo más grande que conoció la humanidad. En el 2005, vecinos y organizaciones sociales, entre ellas la Escuela Primaria Nº 23 del Distrito Escolar 11, juntamos innumerables firmas de apoyo al proyecto de ley que propone que la plaza se llame Túpac Amaru. Ese nombre simboliza la rebelión contra la opresión, torturas, esclavitud y el genocidio de millones de hermanos originarios. En 2006 lo volvimos a presentar. También en los años siguientes y este año nuevamente. Ahora, en el año del Bicentenario los legisladores Patricio Distéfano, Carmen Polledo, Avelino Tamargo, Marta Varela y Oscar Moscariello han votado un despacho por la minoría en la Comisión de Cultura de la Legislatura porteña que dice: “Que la historia nos demuestra que los virreyes fueron protagonistas trascendentales en la construcción cultural, política y económica del Virreinato del Río de la Plata –antecedente histórico e institucional de nuestro país–, por lo que no resulta inconveniente que una plaza de la Ciudad lleve el nombre de Plaza de los Virreyes”. Es decir quieren que se siga llamando Virreyes, el nombre que le puso la dictadura. No nos asombran estos votos del PRO, pero sí nos indignan sus argumentos.

Enrique Samar

Director Escuela 23 DE 11