Hace diecisiete años que me radiqué en la provincia de Tucumán y aún no termino de comprender las profundas contradicciones que la aquejan: una provincia con un suelo y un paisaje privilegiados, con uno de los índices de desnutrición infantil más altos del país, un alarmante crecimiento de maternidad adolescente y mortalidad por abortos clandestinos, pero no se aprueba la ley de procreación responsable y, para completarla, Tucumán es de las pocas que tiene la materia religión como obligatoria: los niños rezan antes de izar la bandera y luego vuelven a rezar en el aula al iniciar la jornada. En oportunidad de la discusión de la nueva Ley de Educación propuse que así como se había reconvertido la materia “manualidades” en “educación tecnológica”, debería hacerse lo mismo con “religión” por “educación ética”, lo que generó el rechazo de la mayoría de las docentes presentes.

Cabe preguntarse: ¿puede una Constitución provincial pasar por arriba de la Constitución nacional?

María Teresa Pelejero

D.N.I. Nº 6.671.610