Con dos goles en dos minutos, sobre el final, Boca justificó su primer triunfo en la Copa Libertadores 2008 sobre el Atlas de México. Rodrigo Palacio, autor de los dos primeros tantos, fue la figura del encuentro. Martín palacio volvió a convertir, esta vez de cabeza.

Boca atacaba por los costados e inquietaba con la velocidad de Palacio, pero no le alcanzaba porque a medida que se soltaba, el Atlas lo iba complicando en el fondo, exponiendo las fallas de la defensa, y poniendo en evidencia las dificultades que tenía Boca para manejar la pelota.

Después del cuarto de hora inicial, se soltó un poco más y generó algunas situaciones aunque las más claras fueron las jugadas de pelota parada. De contra, y aprovechando la velocidad de sus delanteros, el equipo mexicano inquietó a Caranta. Un centro de Achucarro le llegó a Marioni pero éste conectó sin fuerza al cuerpo del arquero.

Pero pasada la media hora, Boca iba a encontrar la ventaja que lo tranquilizaría. Tras un centro de Morel, la pelota le sobró sucesivamente a Vidrio y a Colotto en el área y Palacio la paró con el pecho y la empalmó con un derechazo cruzado para poner la ventaja.

Los mexicanos no se resignaron y tuvieron un par de chances para empatar: un remate sorpresivo de Flores que Caranta sacó al corner y un remate cruzado de Marioni, tras un falla grosera de Cáceres, que no tuvo una buena noche y perdió la pelota dentro del área.

En el complemento, Boca no jugaba bien, los mexicanos usaban mejor la cancha, aprovechando que Riquelme no encontraba socios. Fue el peor momento del equipo argentino en el partido: sufrió cuatro llegadas en cuatro minutos, la más clara un cabezazo abajo que Caranta sacó al corner.

La respuesta no tardó. Primero, Palacio conectó un derechazo recto ante la salida del arquero; dos minutos más tarde, Palermo, que había tocado muy poco la pelota, metió un cabezazo al segundo palo tras un bonito centro de Dátolo.