Domingo, 27 de abril de 2008 | Hoy
DEPORTES › ENTREVISTA CON GASTON MAZZACANE, EX PILOTO DE FORMULA 1
En la previa a la segunda fecha del Campeonato Argentino Top Race, que se correrá hoy en Mendoza, el piloto platense recibió en su motorhome a Página/12 y habló de la FIA GT, de las carreras de camiones y de lanchas y de su sueño de correr en el TC.
Por Facundo Martínez
Desde General San Martín, Mendoza
–Viene de correr en la FIA GT en Silverstone para el equipo ACA Argentina, ¿es un nuevo desafío en su carrera?
–Primero siento un profundo orgullo por haber sido elegido para formar parte del grupo de pilotos y, segundo, todavía no salgo del asombro de lo rápido que se concretó el proyecto, algo que no es común en la Argentina. Allá hemos trabajado muy bien, con poco tiempo y los apuros normales, y tratamos de hacer lo mejor posible.
–¿Qué importancia tiene para usted poder representar al país en esta categoría?
–Durante los nueve años que estuve en el exterior mi carrera fue siempre muy solitaria. Corría un año y por ahí al siguiente no podía hacerlo porque me faltaba apoyo oficial, sólo contaba con el de las empresas privadas. Y mantenerse así es muy complicado. Hoy, con 33 años, estar en esta situación es realmente fabuloso.
–¿Lo ideal es que esto le suceda a un piloto a los 20 años?
–Sí, porque te permitiría proyectar mejor su carrera. Yo sostengo que la Argentina puede armar pilotos, pero los tiene que agarrar a esa edad y apoyarlos.
–¿Qué características tiene la Ferrari F550 Maranello con la que corrió en Inglaterra?
–Es un auto sumamente rápido, de competición. No es un auto estándar. Le sacaron peso, le pusieron barras antivuelcos, escape libre, le hicieron algunos retoques en la electrónica del motor, tiene una caja hidráulica que parece de la Fórmula Uno y un balance aerodinámico que está bueno.
–¿Es más competitivo que el Minardi?
–(Risas.) Por ahí le falta algo más, porque no es un auto que se desarrolló para 2008. Se hizo para el 2005 y eso te deja en inferiores condiciones con respecto a otras marcas como Corvette o Masceratti, que están en un nivel superior.
–¿Qué expectativas le genera el hecho de que el cierre del Campeonato Mundial de la FIA GT se realice en San Luis?
–La GT1 son autos de Fórmula 1 con otra carrocería. La próxima carrera va a ser en Monza y en esas rectas que tienen 1100 metros vamos a tener velocidades de 320 km/h. En Silverstone tuvimos velocidades de punta de 280 km/h. Creo que si la gente nota el potencial de los autos, le va a gustar mucho.
–¿Cómo es esto de correr en equipo?
–Son carreras de unas dos horas de duración, con cambios de piloto y tres paradas en boxes. Acá juega un papel muy importante el trabajo en equipo. Por eso la escudería ACA contrató también a Pechito López, Esteban Tuero y Martín Basso. La idea es que entre los cuatro nos vayamos repartiendo los compromisos, siempre en parejas.
–La FIA GT, el Top Race, también la Fórmula Truck de Brasil (camiones)... ¿la variedad hace al gusto?
–Sí, pero más que nada la plata, porque todo esto es trabajo y hay que aprovecharlo. No es fácil para un piloto prescindir de los ofrecimientos.
–¿Le gustaron los camiones?
–Uno no lo aprecia hasta que lo prueba, y te digo que está muy bueno. La Fórmula Truck tiene una popularidad muy fuerte en Brasil. Equipos oficiales y la frutillita del postre: son camiones de carrera que andan a 200 km/h.
–También estuvo probando suerte en la F1 Power Boat (la categoría más importante de la motonáutica sudamericana), ¿su idea es no decirle que no a nada?
–No, lo de la lancha fue una locura. No van sobre el agua, vuelan. Sólo estuve probando, pero la verdad es que para esto no cuento con el apoyo de mi familia y tampoco con el de mis amigos. Me dicen que me deje de joder con la lancha.
–¿Qué incentivo tiene para usted correr en la Top Race?
–En el 2005 volví a correr en la Argentina después de 13 años y en el Top Race encontré una categoría muy competitiva. Es una categoría que en los últimos años ha crecido muchísimo, principalmente porque, según mi opinión, está cumpliendo con los objetivos que se propone. Los 42 autos que vamos a correr son nuevos y este año la competitividad va a ser mayor.
–¿Eso le agrega emoción?
–La categoría propone mucha emoción porque hay una competitividad tremenda. Esta temporada recién empieza y los autos están ajustándose, pero el año pasado hemos tenido en varias pistas 23 autos en un segundo.
–¿Entonces de ahí viene el lema del Mazzacane fans club, “sólo décimas”?
–Sí (risas), ése es el slogan, porque en sólo décimas estás adelante o estás atrás. El fan club surgió el año pasado en San Juan y lo hacemos con un grupo de amigos, entre ellos Roberto Argento, Jorge Grafigna y el doctor Rodolfo Balinotti, alias Bisturí, y algunos pilotos como Diego Aventín, Martín Ponte y Cochito López. Tenemos una comisión directiva, un presidente y un tesorero. Y hay gente que se mete en la página y manda mensajes de apoyo y buena onda y gente que me mata, que me dice que no existo, aunque al mismo tiempo se mete y escribe, ¿no? La verdad es que con esto nos divertimos mucho.
–Tuero dice que le molesta hablar de la Fórmula 1, ¿a usted le pasa lo mismo?
–No. Yo me di el gusto de correr en Fórmula 1. Pude cumplir el sueño que tienen todos los pilotos del mundo y que no es fácil concretar. Me mantuve lo que pude y después me vine a pique; era obvio que eso en algún momento iba a pasar. Ahora estoy alejado, tengo una noción de lo que pasa, pero nada más. Ya pasaron seis años y la de ahora es otra la historia.
–La época en la que usted llegó a la F1 la situación del país no era nada buena ¿piensa que eso lo perjudicó?
–Sí, porque en definitiva ni durante ni después pude mantenerme en ninguna categoría. Y entre 2002 y 2004 me agarró un colapso mental y no corrí en ningún lado.
–¿Cómo va usted en la tarea de convencer a su padre (Hugo Mazzacane, vicepresidente de la Asociación de Corredores de Turismo Carretera –ACTC–) para que lo deje correr en TC?
–Estoy menos 15. Es tremendo. Aunque ahora hay un mínimo ablande. El TC Mouras me habilitó, pero no es lo mismo. Por eso digo que algo empezó a cambiar, pero la verdad es que está muy jodido. Espero que en algún momento afloje, porque la verdad es que tengo que correr en TC. Es un asunto pendiente. Lo que más me gusta del TC es la gente, y todo lo que brinda el circo, que es espectacular.
–Viene de tres piñas importantes, en las 24 Horas de Daytona, y dos en el Top Race: Balcarce y San Juan, ¿cómo lo afecta eso psicológicamente?
–Fueron accidentes complicados, pero te afectan por ahí en el momento. Entre accidente y accidente estuve cuatro meses parado. Así que son jodidos. Después no tuve el total apoyo de mi familia para seguir. Pero ahí me paré y les dije que correr era un asunto mío y no les dejé lugar ni siquiera para las charlas previas.
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