Racing mereció algo más que Tigre pero no aprovechó las chances que tuvo y no pudo abrir el marcador. El equipo de Llop tuvo juego en Moralez, garra en Chatruc, pero le faltó Sava y le faltó gol. Los de Cagna padecieron el mismo mal, con menos chances que su rival, tampoco tuvo quien facturara adelante. El 0-0 le sirve más a Tigre, que alcanzó el objetivo de los 50 puntos en la temporada. Racing, en cambio, quedó en la misma línea que Central, a quien visita el próximo domingo, y hoy tendría que jugar un partido desempate ante los rosarinos.

El primer tiempo tuvo poquito de fútbol, mucho de enredos y bastante de errores de los jugadores y de los árbitros. Tanto se habló en la previa de lo que iba o no iba a hacer Bassi que cada fallo dudoso fue mirado con lupa. Y para colmo el árbitro no ayudó y complicó un partido absolutamente tranquilo. Primero en el área de Tigre en una jugada en la que Maxi Moralez encaró de izquierda hacia el centro se metió en el área, Paparatto dejó la pierna estirada y el enano de Racing cayó. Bassi cobró indirecto para Tigre y amonestó al diez. No pareció ni una cosa ni la otra. El choque fue muy leve y la continuidad misma de la jugada hace suponer que no fue penal, ya que Moralez se levantó al instante e intentó seguir hacia el arco. Pero tampoco simuló. Sobre el final del primer tiempo llegó la otra polémica, está vez en sector opuesto. Román Martínez tomó la pelota sobre la línea de fondo recostado sobre el sector derecho del ataque y metió el centro al medio; Bastía, parado un pasito adentro del área levantó sus dos manos, y tapó el centro. Bassi no la vio, pero el segundo asistente, Adrián Rastelli, marcó la infracción, pero afuera.

En el juego era un poco mejor Racing, con las corajeadas de Chatruc, que de atropellada estuvo dos veces cerca del gol, y con las apariciones de Moralez, movedizo por todo el frente de ataque. Lo de Tigre era la pelota parada. En el primer tiempo, lo tuvo con un cabezazo del paraguayo Ayala, tras un corner desde la izquierda, que salió al lado del palo por el otro sector. En el inicio de la segunda parte, Facundo Diz la metió, pero estaba un paso adelantado y su tanto no valió. También lo tuvo Galmarini, después de una serie de rebotes, pero definió mal de zurda.

El equipo de Cagna, más cómodo con el empate, veía cómo minuto a minuto Racing perdía la paciencia pero no tenía con qué lastimar a Navarro. El local probó con Avalos, Navia, Malano, Moralez, Zuculini y compañía. El visitante intentó con Suárez, Diz, Altobelli, Ayala, Pratto... Pero no hubo caso. El cero reflejó las falencias en los metros finales. Tarea para el hogar para Cagna, en su búsqueda de ingresar en las copas, y principalmente para Llop, que ve cómo su equipo mejora en el juego pero al mismo tiempo cómo la Promoción lo sigue acompañando.