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Carlos Salvador Bilardo se vio envuelto en el escándalo que estalló en el fútbol de Libia, cuya selección condujo entre 1996 y 1997, cuando Saadi Khadafi, el hijo del líder libio Muammar Khadafi, que es también presidente de la Federación Libia de Fútbol, despidió al entrenador del seleccionado, el italiano Franco Scoglio, y éste acusó a Bilardo de haber aceptado sin chistar presiones del juvenil dictador. Scoglio denunció que todos sus predecesores aceptaron las presiones para que Saadi Khadafi jugara en la selección, “incluido Bilardo”.
“Llevaba tres victorias en tres partidos y Libia lidera su grupo de clasificación a la Copa de Africa 2004. La verdad es que, conmigo, el hijo de Khadafi no jugó ni jugará un minuto en la selección –afirmó Scoglio–. ¿Dicen que me despiden porque perdimos 3-2 contra Congo? Es un pretexto, algo inexacto e incorrecto. Ese partido lo ganamos 3-2 y primero le ganamos 1-0 a Egipto en Alejandría y 4-0 a Togo.”
El entrenador contó que sólo convocó “por una formalidad” a Saadi Khadafi para el partido ante Congo, ya que se jugó en Libia, pero que éste “se fue después del primer tiempo”, aparentemente disconforme porque el técnico no tenía intenciones de incluirlo. “Durante mi gestión él ni siquiera hizo un calentamiento. ¿El motivo? Como jugador no vale nada.” Según Scoglio, Bilardo sí lo habría incluido.
Scoglio afirmó que el otro motivo de su despido es que rechazó dirigir al equipo de Saadi Khadafi, el Jtthad, porque no quiso entrenar a una escuadra y luego enfrentarse contra jugadores de su propia selección. El entrenador calificó a Saadi Khadafi como “un vanidoso, un hombre de bajísimo nivel”. Fuentes de la Federación revelaron que Scoglio será reemplazado por otro italiano. Khadafi es accionista de la Juventus de Torino.