Todo pintaba para una conferencia de rigor, para contar su temporada y para mostrar su ilusión de repetir el título olímpico. Sin embargo, Emanuel Ginóbili sorprendió con una noticia muy preocupante para la Selección Argentina que irá a Beijing a buscar la medalla dorada. Su tobillo izquierdo no evolucionó como se suponía, por lo que el bahiense puso en duda su participación en el certamen. “La verdad, estoy muy asustado”, confesó Ginóbili, que dentro de tres semanas se someterá a una nueva resonancia y, a partir del resultado, decidirá si participa en el proceso que desembocará en los Juegos Olímpicos.

Luego de tres semanas de vacaciones tras la eliminación de San Antonio, Ginóbili ya tenía prevista una conferencia de prensa para ayer. Pero el tema tratado fue muy diferente a lo que se esperaba. “Rompiendo un poco lo que acostumbro hacer, antes de que ustedes me pregunten, quiero decirles algo”, se presentó Ginóbili. Y luego se despachó con la noticia de que Sergio Hernández y los hinchas argentinos no querían escuchar. Que es probable que no se recupere para los Juegos.

“No bien terminó la temporada me hice un estudio y me encontraron mucho líquido y un ligamento muy ensanchado”, explicó Ginóbili. “Pensé que en diez días todo se iba a terminar. Pero el lunes me dieron el resultado de una resonancia la cual mostró que el líquido se había ido, pero el ligamento seguía muy ancho, entre cuatro y cinco veces más de lo normal”, señaló el bahiense. “Este problema me impide estirar la articulación y doblarla. Los médicos querían inmovilizar la zona por cinco o seis semanas, pero les dije que no. Desde el lunes cuando conocí la noticia estoy shockeado, asustado. Estoy a merced del resultado de la resonancia que me harán el 5 o 6 de julio próximo”, afirmó Ginóbili, que en todo momento se mostró sereno y tranquilo, pese a la situación. La lesión de Ginóbili se produjo cerca del final de la temporada regular de la NBA, se recrudeció en el segundo partido de la serie ante Phoenix y se le notó ante Los Angeles en la final del Oeste.

Más allá del estado de Ginóbili, el principal obstáculo para su presencia en Beijing va a ser la presión que intente ejercer San Antonio, para que no se una a la Selección. “Por supuesto que (Gregg) Popovich fue la persona con la quien primero hablé y acordamos esperar tres semanas, pero él me dijo que me pusiera en su posición y que no podía aceptar que fuera a los Juegos con el ligamento así y arriesgase la próxima temporada. Yo lo entiendo”, aseguró Ginóbili, que igualmente remarcó que sus palabras no indicaban que ya había que descartarlo. “No quiero aceptar la idea de verme más afuera que adentro. En tres semanas vuelvo y creo que en todo este tiempo voy a mejorar. Me considero parte del proceso y voy a hacer todo lo posible por estar”, señaló el bahiense. Será tiempo de esperar y que ese ligamento rebelde mejore.