El secretario general de ATE nacional, Pablo Micheli, fue secuestrado durante casi dos horas por cinco individuos armados con 9 milímetros. Según relató el dirigente a PáginaI12, el lunes de esta semana lo interceptaron en la puerta de su casa: llegaba en su auto, le pusieron una tela negra en la cabeza y lo obligaron a subir a una camioneta 4x4, en la que lo pasearon por cerca de dos horas. Le hicieron saber que sabían los nombres y los movimientos de su familia y le dijeron que “se dejara de hinchar las pelotas”. No hicieron alusión a ningún conflicto del gremio que conduce. Finalmente, lo dejaron en Domínico y se robaron el auto, que pertenecía al sindicato. “Soy crítico del Gobierno, pero no creo que haya sido el Gobierno. La amenaza, igual, fue clara”, relató Micheli, quien hará pública su denuncia hoy a las 12 en una conferencia de prensa en la sede de la CTA nacional.

Micheli forma parte de la conducción de la CTA e integra el sector crítico del oficialismo, junto con el diputado Claudio Lozano y el ex secretario general de la central Víctor De Gennaro. “El lunes a la noche me interceptaron en la entrada de mi casa con una 4x4. Bajaron dos tipos con pistolas 9 milímetros, me encañonaron, me hicieron bajar del auto y me metieron en la 4x4. Estaban a cara descubierta, pero me pusieron una tela negra en la cabeza y me metieron agachado. Después no me dejaron levantar la vista”, explico Micheli, quien no recuerda las caras de sus secuestradores. Sí pudo detallar que eran cinco, tenían pelo corto, entre 30 y 40 años, y que “no tenían léxico de chorros comunes”.

“Cuando me abordaron, yo les dije: ‘Llévense todo, llévense el auto’. Y me contestaron: ‘No, vos también venís, sindicalista garca’. Ahí es cuando me di cuenta de que no era un robo común”, contó.

“Me tuvieron dos horas dando vuelta y me hicieron preguntas: ‘¿Dónde está la plata de ATE?’. ‘Sabemos lo que hacen tus hijos, cómo se llama tu mujer realmente (me dijeron el nombre), así que no hinchés las pelotas’”, recordó. “No me golpearon, salí sin un rasguño. Me pidieron el código de la tarjeta de débito, pero no me sacaron ni un centavo. Me devolvieron las tarjetas y me robaron el auto, que es del sindicato”, explicó. “Me dejaron tirado en Domínico. Yo no sabía ni dónde estaba.”

Micheli decidió esperar hasta ayer para hacer pública la denuncia, ya que al principio dudaba de si se había tratado de un robo común o de una amenaza vinculada con su actividad sindical. “No era claro si sus preguntas eran sobre el momento o sobre el contexto político”, explicó. Ayer estuvo reunido por este tema con el intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez. El intendente le brindó su solidaridad y le ofreció reforzar la seguridad en la zona de su casa. De todas formas, Micheli no quiere custodia policial. Desde la CTA hicieron la denuncia por robo del auto y planean hacer la presentación penal por el secuestro y la intimidación, después de la conferencia de prensa de hoy, que será en la CTA nacional, en Piedras 1069.