Viernes, 17 de octubre de 2008 | Hoy
DEPORTES › OPINION
Por Gustavo Veiga
La Selección derrapó y se quedó sin piloto. Una crisis de identidad y de protagonismos, pero también de enunciados, de frases cargadas de fastidio, anticipaban que éste podía ser el desenlace. Se venía hablando de sugestivas conspiraciones de las que nadie se hacía cargo. Alfio Basile era el pregonero de esa sospecha. Y había encontrado un chivo expiatorio: el periodismo deportivo crítico. Suele pasar.
El colega Román Iucht –que dejó de criticarlo desde la televisión porque lo despidieron de TyC Sports– era uno de los depositarios de su bronca. Pero ahora son muchos más los que cuestionan cómo juega la Selección. Adentro y afuera de ella. ¿El técnico (ahora ex) sería capaz de atribuirle a Lionel Messi una intención aviesa después de decir: “No sabíamos muy bien a qué se jugaba”? ¿O a Gabriel Heinze por afirmar “hay que reconocer que estamos jodidos”?
Ya no es un sector del periodismo el que considera lo mismo que ellos; que la Selección no juega bien, que zozobra desde hace rato, que sacó siete de los últimos 21 puntos, que no tuvo un plan B ante la ausencia del jugador fetiche de este proceso (Riquelme). Ya no son, ni siquiera, las voces críticas del mismo seleccionado, como Messi y Heinze. Es el hincha promedio que ve cómo se deshilachó una idea, la del fútbol ofensivo que pregona Basile. No comment, Coco.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.