La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió anoche en la Quinta de Olivos a las principales cámaras empresariales para analizar la crisis y medir el grado de consenso del rumbo económico. Fuentes del Gobierno informaron a este diario que existió un “acuerdo tácito” en el que los privados manifestaron su compromiso de mantener los actuales niveles de precios y empleo. A cambio, el Gobierno estudiará el grado de competitividad que ofrece hoy el tipo de cambio y mayores protecciones para el mercado interno. Por otro lado, el Ejecutivo alisará el terreno buscando la adhesión –posiblemente en las próximas horas– de las centrales obreras para evitar un nuevo incremento salarial por este año. La intención última de estos encuentros es llegar antes de fin de año con un posible pacto social de emergencia.

La invitación fue cursada durante la tarde por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Del convite participaron el jefe de Gabinete, Sergio Massa, y el titular del Palacio de Hacienda, Carlos Fernández. Por el lado privado estuvieron los titulares de la Unión Industrial, Juan Carlos Lascurain; de Adeba, Jorge Brito; de la Cámara de la Construcción, Carlos Wagner, y de Corporación América, Eduardo Eurnekian. También participó el vicepresidente de la UIA y directivo de Techint, Luis Betnaza.

En el encuentro se analizaron los ribetes de la situación financiera internacional, el tipo de cambio real, los incentivos a la producción, la defensa del mercado interno y la relación bilateral con los países cuya moneda fue bruscamente devaluada. “El motivo de la reunión tuvo dos vertientes: por un lado la necesidad de la Presidenta por conocer la situación del sector empresario desde nuestro punto de vista y por el otro expresar la posición del gobierno al respecto”, detalló a PáginaI12 Lascurain al término de la reunión.

La entidad fabril aprovechó esta nueva oportunidad para expresarles su preocupación, ya bastante recurrente, con el tipo de cambio y “las presiones salariales”. Desde la Jefatura de Gabinete remarcaron que el encuentro sirvió para medirles el pulso a los industriales y calmar sus expectativas frente al impacto de la crisis. El Ejecutivo ratificó que seguirá con su política de superávit fiscal, obra pública y protección del mercado interno. “Gracias a creer en nuestras ideas se logró estar en mejores condiciones ante este tembladeral que es el mundo”, aseveró Cristina ante los empresarios.

El pedido encontró esta vez un buen consenso entre los participantes del sector privado, más allá de alguna salvedad en el pedido. Ninguno de los consultados precisó la cifra a la que pretenden llevar la divisa estadounidense, pero coincidieron en que debe estar por encima de los 3,23 pesos actuales. En el Gobierno no cerraron la puerta al pedido. “Quedamos con el ministro de Economía y con el jefe de Gabinete seguir analizando el tema”, se limitó a decir Lascurain.