La estadounidense Serena Williams se consagró campeona del Abierto de tenis de Australia, primer torneo de Grand Slam del año, luego de vencer ayer 6-0, 6-3 a la rusa Dinara Safina, y se convirtió además en la nueva número uno del circuito femenino de la WTA. Serena, segunda cabeza de serie, estuvo en la cancha menos de una hora y apabulló a Safina (3ª) en apenas 58 minutos, con un tenis avasallante que le permitió conseguir su cuarto título en Melbourne, el décimo de Grand Slam y desplazar a la serbia Jelena Jankovic del primer puesto de la clasificación mundial.

“La primera semana fue muy dura, pero conseguí superarla y ahora me encuentro feliz. Aunque estuviera en el puesto mil del mundo, seguiría sintiendo que soy la mejor”, expresó exultante la menor de las hermanas Williams luego de su triunfo.

Serena, quien se adjudicó también el viernes pasado título de dobles en Australia, junto a su hermana mayor Venus, ya había conquistado el torneo en 2003, 2005 y 2007, mientras que su rival, la rusa Safina, claudicó en su segundo intento de ganar un Grand Slam, tras haber perdido el año pasado la final de Roland Garros. En París, la que frustró a la rusa fue la serbia Ana Ivanovic, y ayer fue Williams quien rompió su ilusión de consagrarse en el mismo torneo que su hermano mayor Marat, en 2005, y tras superar al ídolo local Lleyton Hewitt.

“No puedo decir mucho, apenas estuve una hora en la cancha, siento haber decepcionado un poco al público, pero espero volver el año próximo y hacerlo mejor”, comentó Safina tras su derrota.

La menor de las hermanas Williams, quien en septiembre pasado había logrado otro torneo de Grand Slam, el US Open, salió a jugar con muchísima decisión y se llevó el primer set en apenas 22 minutos, luego de ganar seis juegos seguidos, con tres quiebres sobre el servicio de Safina.

La habitual potencia de la estadounidense estuvo acompañada por una bajísima cantidad de apenas siete errores no forzados, mientras que su rival cometió 21. En el segundo set, Serena mantuvo su nivel y táctica ofensiva, mientras que Safina al menos ganó tres juegos de saque, pero cedió una vez su servicio y se acabaron sus ilusiones. Williams ya había sido número uno del mundo en 2002, y se mantuvo durante 61 semanas.