DEPORTES
Emanuel Ginóbili la rompió con los Spurs en su debut en la NBA
Eclipsó a Kobe Bryant, la figura de los LA Lakers, los campeones de Liga, a los que vencieron 87-82. Anoche jugaba otra vez.
Por Marcelino Benito
Desde Los Angeles
Emanuel Ginóbili, el escolta argentino de los San Antonio Spurs, Manu Ginóbili, no pudo tener mejor escenario para hacer su debut oficial en la temporada de la NBA que el Staples Center, la casa de los tricampeones defensores, Los Angeles Lakers y su estrella Kobe Bryant, mostrando su nueva musculatura.
Ni el ambiente impresionante, tipo Hollywood, que mostró el Staples Center con 18.997 espectadores, 77 veces consecutivas lleno para los Lakers, ni Bryant fueron suficientes para impedir que Ginóbili montara su propio espectáculo deportivo con un básquetbol de conjunto y acciones individuales decisivas en el cuarto período.
Ginóbili, de 25 años, sabe que el entrenador de los Spurs, Gregg Popovich, confía plenamente en él y que le iba a dar la oportunidad de demostrar que ha llegado a la NBA para quedarse y triunfar. El argentino, una de las sensaciones en el pasado Campeonato del Mundo, respondió con clase y control al reto de su debut. Sus penetraciones, pases y robos de balón hicieron disfrutar incluso a los aficionados de los Lakers aunque a la postre le hicieron mucho daño a su equipo.
La presencia de Ginóbili, junto con la de Speedy Claxton, cambió por completo la marcha del partido en el cuarto período cuando el jugador argentino le robó con elegancia y limpieza un balón a Bryant, capturó un rebote defensivo y logró encestar con penetración y giro de espaldas, que puso a los seguidores de los Lakers en el dilema de hacer algún tipo de exclamación o aplaudir.
Ginóbili había logrado superar la presión que siempre supone un debut en la NBA con su nuevo equipo, y más para un jugador extranjero. Además, fue el revulsivo perfecto que los Spurs necesitaban para salir del bajón de juego en el que habían caído, contagiándose de los fallos de sus rivales.
El pivote David Robinson fue el que mejor definió la aportación de Ginóbili cuando dijo que le daba las gracias a Popovich por haber sacado al jugador argentino. “Necesitábamos alguien que nos diese nueva vida y tanto Manu como Claxton lo consiguieron con su presencia –declaró Robinson–. Su velocidad hizo la diferencia.”
En 19 minutos, el argentino consiguió siete puntos (3 de 9 tiros de campo, incluido un triple de cuatro intentos), capturó dos rebotes, dio tres asistencias, robó cuatro balones, puso un tapón, perdió una vez el balón y cometió tres personales.
Su producción fue especialmente válida después de ver cómo el base francés Tony Parker, la gran revelación el año pasado como novato, se hundía en la mediocridad de no poder conseguir una sola canasta en 10 tiros.
“Manu cumplió con clase y profesionalidad todo lo que se le encomendó en el campo y fue de verdad una auténtico revulsivo para el equipo al aportar una nueva energía con sus acciones y actitud”, declaró Popovich.
Sólo cuando Popovich se decidió por Ginóbili y Claxton, el partido cambió por completo para los Spurs, que se pusieron con la ventaja suficiente en el marcador para que la reacción final de Bryant, ocho kilos más de peso que el año pasado, no les causara ningún problema.
Bryant no podía irse del partido sin intentar ser el centro de atención y antes del pitazo final consiguió un triple que lo dejó con 27 puntos, insuficientes para evitar la derrota por 87-82 en el mismo día que habían recibido por tercera vez consecutiva el trofeo de campeones de liga.