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Quien esto escribe no tiene demasiadas afinidades futboleras con Marcelo Bielsa, aunque le reconoce vocaciones ofensivas más que especulativas a los equipos que dirige. Es más, por alguna razón que hasta el subconsciente desconoce, estoy más cerca de Central que de Newell’s. Pero de última vale que los dos sean de Rosario. Como otros personajes que uno tiene en su mesa de luz, como Ernesto Guevara, el “Negro” Fontanarrosa, Adrián Abonizio, Juan Carlos Baglietto, Lalo De los Santos, el Flaco Menotti y tantísimos más.

Se ganó en buena ley el apodo de “Loco”. Pero “Loco” de verdad. No loco –con minúsculas– como los que se hacen los locos y siempre se equivocan en contra de los demás.

Afortunadamente, Marcelo Bielsa es “Loco”. “Loco” para ningunear a los ignorantes de los medios que en las conferencias de prensa preguntan pelotudeces. “Loco” para ignorar y hasta desacatar lo supuestamente establecido desde ciertas dirigencias futbolísticas.

Otra vez, juego aparte, Marcelo Bielsa es de lo mejor que le pasó al fútbol en los últimos tiempos. Que la cancha de Newell’s lleve su nombre desde el martes (foto) importa mucho más por lo que es como tipo y como actitud de vida que por lo que pueda ser como director técnico o por lo que fue como ex futbolista.