Jueves, 24 de diciembre de 2009 | Hoy
SOCIEDAD › FUE DESTITUIDA LA JUEZA ROSA PARRILLI POR INSULTAR A DOS EMPLEADAS
Es la magistrada que maltrató a dos empleadas luego de que le acarrearan el auto por mal estacionamiento. La decisión fue tomada por el Jurado de Enjuiciamiento con ocho votos a favor y uno en contra. Es la primera vez que se destituye a un juez de la ciudad.
Por Emilio Ruchansky
Rosa Elsa Parrilli fue destituida de su cargo de jueza contravencional de la ciudad de Buenos Aires ayer, luego de que el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados sostuviera que incurrió en mal de-sempeño de sus funciones. El 15 de septiembre pasado Parrilli maltrató, amenazó y discriminó a dos empleadas de la Dirección de Tránsito porteño, donde debía abonar una multa por mal estacionamiento. Para el jurado, que no la inhabilitó para ejercer como abogada, hubo una “ostentación” del cargo para evitar la infracción. La defensa apelará el fallo ante el Tribunal Supremo de Justicia porteño porque, entre otros motivos, “no se tuvo en cuenta su situación psiquiátrica”.
La decisión sentó precedente por tratarse de la primera destitución de una jueza de la ciudad y fue adoptada por una mayoría de ocho votos a favor y una disidencia. Parrilli no estuvo al momento de la lectura del veredicto, leído al mediodía en el Tribunal Supremo de Justicia porteño y cuyos fundamentos se conocerán el próximo 5 de enero. Por su destitución votaron los abogados Jaime Kesselman, Eduardo Awad, Leandro Vergara; los diputados Martín Borrelli, Diana Maffía, Raúl Puy y los jueces José Casas y Eduardo Russo. En disidencia votó Guillermo Treacy, magistrado del fuero en lo contencioso administrativo y tributario.
Antes de que se leyera el veredicto, el fiscal del juicio, Gabriel Vega, aseguró que “la jueza insultó y discriminó en un contexto en donde se utilizó el cargo para evitar tener responsabilidades administrativas”. Tras la lectura, Vega, quien también es juez contravencional, aclaró: “No tengo nada para festejar porque nunca es bueno que un magistrado sea destituido. Sólo creo que debe celebrarse que el Poder Judicial de la ciudad, con su juventud, haya logrado mostrar maduramente que puede desarrollar un proceso con toda transparencia y cumplir con lo que establece la Constitución”.
En diálogo con Página/12, la legisladora porteña Diana Maffía comentó que votó tras examinar varias veces el video de seguridad, en el que quedó registrado el incidente ocurrido en la playa de infractores de la avenida 9 de Julio y Sarmiento. “Parrilli dijo que estaba haciendo un procedimiento, que los jueces de su fuero pueden estacionar en cualquier parte y que ella es la que da órdenes a los controladores de tráfico. Investigué si era cierto lo que decía y era todo mentira”, afirmó.
De hecho, cuando Parrilli hizo su descargo ante el Consejo de la Magistratura dijo que había estacionado en la esquina de Lavalle y Rodríguez Peña para ir hasta una sede de la obra social del Poder Judicial muy cerca de allí. “Por lo que pude averiguar, sólo los jueces nacionales pueden estacionar libremente y una de las testigos, una jueza contravencional, contó que aunque a veces intervienen en las decisiones de los controladores de tráfico, no les dan órdenes ni nada parecido”, agregó la legisladora de la Coalición Cívica.
Al ser consultada sobre uno de los ejes de la defensa, que afirmó que Parrilli no estaba en funciones en ese momento, Maffía contrarrestó el argumento asegurando que ella “puso en juego su cargo al esgrimir su condición de jueza, por lo que dejó de ser una simple ciudadana y trató de adquirir autoridad sobre las empleadas y la controladora, es decir, intentó crear una relación de poder”. Esta explicación también fue esbozada por otros miembros del Jury de Enjuiciamiento que todavía deben escribir sus fundamentos.
Maffía cree que Parrilli tenía condiciones de salud graves, pero dijo que no es lo que se mandó a evaluar al Consejo de la Magistratura. “La defensa aseguró que la medicación psiquiátrica que tomaba tenía efectos colaterales como la irritabilidad, entre otros 40. Yo pienso que una cosa no justifica la otra. Ella amenazó con darle un cachetazo a una de las empleadas, las trató de ‘tontitas’ y las discriminó diciendo que ‘son todas morochas, que no contratan rubias”, recordó la legisladora. “Voté su destitución para revertir la sensación de impunidad que genera que la gente que tiene que garantizar la aplicación de las leyes no las cumpla”, concluyó.
El abogado Julio Virgolini, quien alegó el lunes pasado ante el Jury de Enjuiciamiento que lo de Parrilli fue “una estupidez” exagerada por periodistas y aprovechada por políticos, adelantó que apelará al Tribunal Supremo de Justicia porteño. “De ser necesario, vamos a llevar el caso a la Corte Suprema de la Nación y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, dijo Virgolini.
“Ella no está ejerciendo sus funciones cuando discute con las empleadas, está invocándola, ‘chapeando’, como se dice en la jerga. Está mal lo que hizo, se equivocó, pero el problema no es de mal desempeño, a lo sumo es un tema disciplinario”, comentó el abogado. La difusión mediática que tuvo el video, agregó, fue determinante para que se llegara a este fallo. “Yo fui juez y sé que muchos jueces piden licencia psiquiátrica, como lo hizo Parrilli –comentó Virgolini–. Es un cargo terriblemente solitario, de muchísima presión. Además, ella tenía situaciones familiares muy complicadas. Pero eso no contó, ella estuvo privada de presentar pruebas.”
El abogado defensor explicó que el reglamento del Consejo de la Magistratura impide presentar otra prueba que no sea documental, por lo que no se tuvieron en cuenta los peritajes. “Antes de llegar al Jury de Enjuiciamiento –recordó– hubo dos integrantes del Consejo de la Magistratura porteño que dijeron que eso era inconstitucional, pero no hubo caso. Todas las pericias psiquiátricas que se le hicieron no fueron tenidas en cuenta, como tampoco los testimonios de otros jueces que hablan del excelente desempeño de Parrilli.”
El fallo, según Virgolini, no está firme, aunque no está claro, de apelar, si la destitución sería suspendida. El abogado de Parrilli recordó que ella estaba de licencia y aunque la restituyan no podría ejercer porque aún está estresada por la repercusión que tuvo su enjuiciamiento. Además de la medicación (toma un antidepresivo), la mujer concurre a psicoterapia. En el estudio que la representa tomaron la decisión del Jury de Enjuiciamiento con calma. “Acá hay más tranquilidad que en el vestuario de la Selección nacional”, bromeó Virgolini.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.