El mundo del fútbol amaneció conmovido. El paraguayo Salvador Cabañas, goleador de la selección que dirige Gerardo Martino y máxima estrella del América de México, probablemente el club más rico de Latinoamérica, resultó baleado en la cabeza en un bar del Distrito Federal y lucha por su vida. Durante la tarde de ayer, el jugador fue sometido a una operación, pero los médicos no pudieron extraerle la bala, por lo que se encuentra estable aunque su estado todavía es delicado.

En la madrugada de ayer, Cabañas, junto a su esposa María y un grupo de amigos, entre ellos sus compañeros de la Albirroja Darío Verón y Cristian Riveros, se encontraba en El Bar, un establecimiento privado del sur del DF. Según contó su mujer, el goleador fue el baño, donde lo quisieron asaltar, pero el incidente terminó de la peor manera cuando los delincuentes le dispararon en la frente. “Parece ser que lo quisieron asaltar en el restaurante bar donde estaba y le dieron un balazo”, aseguró Michel Bauer, presidente de Las Aguilas. Sin embargo, algunos testimonios indican que el desenlace se produjo tras una discusión.

Luego del incidente, Cabañas fue trasladado de inmediato al hospital. Según lo que dijo su esposa por radio Ñandutí de su país, Cabañas llegó lúcido y con mucho optimismo al centro médico. “Estuvo hablando conmigo, sabía dónde estaba, qué fecha era, su fecha de nacimiento –aseguró María Alonso–. Me decía ‘yo voy a salir de ésta’. En todo momento me habló, me dijo que llamara a sus papás para que vinieran a verlo. Estuvo consciente hasta que lo anestesiaron”, destacó la mujer.

Según versiones que trascendieron México, el jugador había sufrido muerte cerebral, pero eso fue rápidamente desmentido por Bauer. “Eso es falso. El entró consciente al hospital y respondió bien a las preguntas que los médicos le hicieron. Eso nos da un marco de referencia que puede ser alentador”, sostuvo el dirigente del América.

Ya por la tarde, el goleador, mejor jugador de América en 2007, fue sometido a una intervención quirúrgica, pero no pudieron extraerle la bala, alojada en su nuca. “Su cerebro y él se comportaron muy bien, pero la situación sigue siendo muy grave. Es una situación crítica”, aseguró Ernesto Martínez, jefe del equipo médico que lo operó. “El proyectil no se ha retirado. Está alojado en la parte trasera del cerebro y haríamos más daño”, explicó el doctor, que dejó en claro que todavía existe riesgo de vida.

La conmoción que produjo la noticia llevó a que el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, y el de México, Felipe Calderón, expresaran su dolor, lo mismo que personalidades del deporte y del espectáculo. Además, tanto en su país como en México los fanáticos comenzaron con las cadenas de oraciones.

Aun si se recupera, Cabaña no estará en condiciones de jugar el Mundial. De todas maneras, aun en ese caso sus preocupaciones pasarán por otros temas. “Una complicación a largo plazo es la epilepsia –dijo el neurocirujano paraguayo Carlos Codas–. Es poco lo que se puede hacer en un herido de bala en la cabeza desde el punto de vista quirúrgico, aunque en el mundo hay recuperaciones sorprendentes.”

Codas pronosticó que luchar contra la hinchazón cerebral durará casi una semana. “Hay que monitorizar todo el tiempo que se necesite para luchar contra la hinchazón. Dará mucho trabajo en terapia intensiva. Es todo lo que se puede hacer”, enfatizó el neurocirujano.