El agitado presente de Boca entrega novedades a cada instante. Tras la renuncia del entrenador Alfio Basile el viernes y la salida del manager Carlos Bianchi el domingo, ayer se terminó el interinato de Abel Alves y quedó oficializada su continuidad como técnico del equipo al menos hasta junio, según lo anunció el presidente del club, Jorge Ameal. Así quedaron para otra ocasión los nombres de Guillermo Barros Schelotto y Diego Cagna, los candidatos que aparecían con mayor fuerza para suceder a Basile. “Me siento capacitado para sacar adelante a Boca”, aseguró el flamante DT, cuando todavía no estaba oficializado en el cargo.

Pese a la exigencia de los dirigentes de Boca hacia Bianchi para que se hiciera cargo del plantel, el hasta ahora manager decidió seguir con su “siesta” como entrenador y no aceptó las condiciones. Por eso, se vio obligado a dejar su cargo. “Tuvimos una reunión y de común acuerdo Carlos decidió retirarse del club. Le ofrecimos ser el técnico, pero nos planteó que no era el momento. No tenía intenciones de asumir”, aseguró Ameal durante la conferencia de prensa que brindó en la Bombonera.

Según el dirigente, la labor de Bianchi como manager no fue un fracaso, pero se equivocó al no comunicar como hubiese sido necesario las labores que desarrolló. “No me defraudó”, aseguró el presidente, que igualmente aseguró que la posibilidad de un cuarto ciclo de Bianchi en Boca no es utópico: “Carlos tiene las puertas abiertas para una vuelta”.

A su turno, Bianchi prefirió el silencio. No habló en la noche del domingo, cuando su decisión forzada ya estaba resuelta. Y en el regreso desde Mendoza, el ex manager tampoco formuló declaraciones frente a la numerosa guardia periodística que lo esperaba. Apenas tiró a la pasada una frase sugestiva: “¿Sabés la paz que tengo?”. Con esa ironía, muy típica de su personalidad, Bianchi cerró su tercer paso por el club.

Con Bianchi descartado por el momento, la resolución de la directiva de Boca fue mantener a Alves al frente del equipo, en principio hasta junio, más allá de que el propio Ameal no quiso poner plazos. “El vínculo de Abel con Boca es permanente. No hablamos de contrato sino de las ganas de dirigir”, resaltó el presidente, que enumeró las virtudes que lo llevaron a elegir al ex entrenador de la reserva. “Elegimos a Alves por todo lo que ha hecho en las divisiones inferiores y creemos que es el hombre indicado para manejar los destinos de Boca en el próximo campeonato”, señaló Ameal, que además insinuó que se vendrá una reestructuración del plantel.

Lo concreto es que Alves le ganó a último momento la pulseada a Cagna, que estuvo reunido con dirigentes de segunda línea, pero finalmente quedó descartado para esta ocasión. Lo mismo sucedió con Barros Schelotto, aunque en el caso del Mellizo se debió al contrato que renovó hace unos días con Columbus Crew.