A Colón lo apretaba la idea de conseguir un resultado para continuar prendido en la pelea por la punta del Clausura, pero una visita al campeón no parecía compromiso sencillo, teniendo en cuenta que, además, una derrota invertía los términos. Así sucedió: con los tres puntos, Banfield superó en la tabla al conjunto santafesino y quedó a sólo dos puntos de Godoy Cruz, afirmado como único líder del Clausura y el último invicto, y a uno de Independiente. Colón sufrió la primera caída del certamen.

Se había jugado menos de un cuarto de hora en el Sur cuando Erviti hizo de las suyas, embriagó a la defensa visitante con un par de quiebres de cintura y lanzó una habilitación aérea que encontró a Rubén Ramírez girando en el área. El delantero repentizó el movimiento, levantó la pierna derecha y empaló el balón, sin dejarlo tocar el piso, para mandarlo por encima de Diego Pozo. Antes del cuarto de hora, Banfield ya dictaba su ley.

Y quedó claro quien era el que imponía los ritmos del encuentro. Colón, con su 3-3-1-3, no lograba hacer suficiente pie, mientras el local, con más aire a partir de la ventaja, manejaba tiempos y espacios. Fue así que en una corrida imprevista por la derecha, el otro delantero del campeón, Cristian García, se llevó a la rastra a Torres y pisando el área sacó un derechazo punzante, rumbo al ángulo alto del arco de Pozo, que no atinó a reaccionar. Era el segundo gol de Banfield y aunque al partido le quedaba casi una hora por jugarse, parecía, sí, cosa juzgada. Colón descontó sobre el final con un tiro libre de Fuertes, pero Ramírez aseguró el triunfo con una jugada sensacional, batiendo mano a mano a Pozo.