“Voy a intentar hacer lo mismo que hago en Barcelona en la Selección”, prometió Lionel Messi al arribar ayer al país para sumarse al seleccionado argentino de fútbol que jugará el Mundial de Sudáfrica 2010, en junio, y que a modo de despedida de los hinchas locales se medirá el próximo lunes en el estadio Monumental ante la selección de Canadá. Messi arribó junto a su compañero de equipo Gabriel Milito, por quien el astro le había pedido a Diego Maradona para que lo tuviera en cuenta para el Mundial.

La presencia de Messi en el aeropuerto generó mucho revuelo, pero eso no le impidió al jugador atender a la prensa en un clima distendido y cordial. “Espero poder hacer las cosas bien porque estoy con mucha ilusión y con muchas ganas”, comentó Messi, quien luego se la jugó con la candidatura de la Selección al título. “Para mí, Argentina es candidata, pese a que nadie nos da como favoritos. Y creo que eso también es bueno”, apuntó. Y ante la insistencia por la diferencia de nivel que muestra en su club y en la Selección, el rosarino subió la apuesta y remató: “La respuesta la voy a dar dentro de la cancha. Es la oportunidad perfecta para demostrarle a todo el país que puedo hacer en la Argentina lo mismo que puedo hacer con la camiseta de Barcelona”.

Con respecto a si se siente cómodo con el esquema que plantea el entrenador de la Selección, Diego Maradona, o si prefiere el esquema que le propone el DT de Barcelona, Pep Guardiola, Messi señaló: “No creo que haya armado un esquema para mí, así que espero estar dentro del sistema que diga Diego (Maradona). Voy a tratar de hacer lo mejor, hacer lo que hago en Barcelona con la Selección”. Incluso, modestia aparte, manifestó que todavía debe esperar a que Maradona dé la lista definitiva.

Luego se refirió a la presión que significa para él este Mundial. “No me afecta la presión, estoy en el Barcelona, que es uno de los equipos más grandes del mundo y en el que siempre hay que ganar”, remarcó. Y consideró que Sudáfrica 2010 “será una oportunidad muy linda”.

Messi se refirió también a sus expectativas con respecto a los días de trabajo previo al Mundial y mencionó que éstos servirán para “unir al grupo” y también “para limar las asperezas que existen dentro de cualquier grupo”. “Hay que arreglar las cosas sin que salgan afuera. Hay cosas para mejorar y crecer. Hay que tener un grupo unido”, consideró.

Por último, antes de subirse a su Porsche Cayenne para poner rumbo a Rosario, donde descansará hasta mañana, Messi le quitó importancia a su festejo del título de la Liga de España que Barcelona ganó el último domingo, cuando luego de vivar al Barça y a Cataluña se desahogó con un “aguante Argentina la concha de su madre (sic)”. “Recién me entero de la repercusión que tuvo todo eso. No lo hice por nada, lo hice porque lo sentía”, explicó el rosarino.