El entrenador de San Lorenzo, Ramón Díaz, dio marcha atrás en su decisión y abrió nuevamente las puertas de los entrenamientos del primer equipo tras una semana ajetreada en la vida interna del plantel, afirmando luego que el plantel tiene “la obligación, por la gente, de pelear arriba en el Apertura”.

Durante la semana se provocaron algunos encontronazos entre el técnico y el plantel a raíz de que se ventilaron en la prensa algunos temas internos que molestaron a Díaz. El principal pasó por la salida del equipo nada menos que del capitán, Diego Rivero, que ni siquiera concentró, para el partido contra Lanús, que terminó en la tercera derrota consecutiva del equipo. Luego trascendió que el volante integraba un grupo que jugaba al poker por dinero, durante las concentraciones, hasta altas horas de la madrugada. Otros jugadores, como Sebastián Balsas, Damián Albil y Aureliano Torres, que también salieron del equipo, fueron involucrados.

Para espesar aún más el clima denso que se vivía en el plantel, el lunes tuvo lugar un hurto en el vestuario de Primera, durante un entrenamiento, reconocido por el propio damnificado, Juan Manuel Torres, a quien le sustrajeron tres mil dólares, aunque el mediocampista no realizó la denuncia policial.

“Decidí darles un poquito de tranquilidad a los muchachos, porque no es habitual en mí que cierre las puertas –reconoció ayer Díaz–. No es una falta de respeto, sino que fue pensando en el momento. La gente tiene que entender que no es fácil y queríamos reordenar todo un poco”, aclaró el entrenador. San Lorenzo está a 10 puntos del líder Estudiantes, después de haber perdido de manera consecutiva los últimos tres partidos, ante Colón, el puntero y Lanús, sin marcar un solo gol.

“Me encanta que cuestionen lo futbolístico al margen de los nombres que pongamos, pero lo que se habló en esta semana no es futbolístico. Todo lo otro vamos a tratar de mejorarlo, como lo del robo en el vestuario. Es algo interno y tenemos que recomponerlo, porque nunca me pasó en mi carrera y es como que te roben en tu casa”, advirtió.

Con respecto a las transgresiones de los futbolistas, Díaz recordó que “las reglas están claras desde el inicio. Los jugadores son profesionales y permanentemente tienen que demostrarlo. Pero les aclaro que en ningún momento voy a contar la intimidad del grupo. Como todo trasciende, nuestro estilo será tratar de no ocultar nada”, resaltó.

“Hay algunos jugadores que no van a estar por decisión táctica y porque no los veo como quiero yo. No puede ser que estábamos primeros y ahora a 10 puntos. El que viene es un partido muy importante contra Tigre. Si no ganamos, el resto de los equipos se nos van a alejar definitivamente”, vaticinó. “La responsabilidad la tenemos todos cuando el equipo no gana. Estamos recomponiendo todo eso para que el equipo funcione y podamos ganar. Necesitamos ganar este partido.”

Cuatro serán las variantes que Díaz implementará respecto del equipo que perdiera ante Lanús. Vuelve Gastón Aguirre tras siete meses de inactividad, retorna el delantero uruguayo Balsas, Nelson Benítez reemplazará a Diego Placente y en el lugar del lastimado Guillermo Pereyra podría jugar Aureliano Torres o Salvador Reynoso. Diego Rivero volverá a concentrar, pero irá al banco.