David Nalbandian sacó a relucir gran parte de su amplia gama de recursos tenísticos y avanzó a los octavos de final del ATP de Buenos Aires, donde busca repetir el título que consiguió hace tres años, al vencer ayer por un doble 6-4 al italiano Potito Starace. Nalbandian, 20º en el ranking mundial de la ATP, construyó su victoria sobre Starace (46º) en una hora y 16 minutos y generó, como se esperaba, el primer lleno de la Copa Claro 2011, con cinco mil personas que se acercaron a disfrutar su talento en el Buenos Aires Lawn Tennis Club de Palermo. El cordobés nacido en Unquillo tendrá como próximo rival mañana a su compatriota Juan Pablo Brzezicki (190º) (ver aparte).

Nalbandian, finalista este año en Sydney, había vencido al italiano las tres veces que se habían enfrentado, en Buenos Aires 2008 y 2010, y en Acapulco 2008, pero esta vez llegó al partido con escasa preparación sobre polvo de ladrillo y una derrota sorpresiva la semana pasada, en los octavos de final del ATP chileno de Santiago, frente al marplatense Horacio Zeballos.

Esos antecedentes generaron algunas incógnitas que David se encargó de despejar, ya que jugó muy concentrado, trabajó cada punto y supo elegir muy bien cuándo atacar a Starace, un tenista que se caracteriza porque no deja entrar en ritmo al rival con su juego cambiante.

En el set inicial cada uno mantuvo su servicio sin problemas, el europeo basado en una respetable derecha (cruzada o paralela) y David con mayores variantes, como las que lució cuando ensayó un par de drops que levantaron las primeras grandes ovaciones del torneo. El cordobés logró un quiebre clave en el noveno game, cuando ajustó su devolución y jugó pelotas sobre las líneas, para adelantarse 5-4, y después lo definió en su favor por 6-4 con un juego de saque impecable.

El ganador logró un quiebre de servicio rápido en el segundo set y parecía encaminarse al triunfo, pero dudó en un par de pelotas, falló con su derecha y permitió a Starace recuperar el break y adelantarse 3-2. Fue entonces que Nalbandian eligió mover al europeo de un lado a otro de la cancha, recuperó el quiebre y así se encaminó hacia la victoria.