Independiente perdió 3-1 ante Godoy Cruz en Avellaneda y ahora complicó sus chances en la Copa Libertadores. La caída lo situó en la última posición de la tabla del Grupo 8 (con 3 puntos) y pone nuevamente en vilo la continuidad de su DT, Antonio Mohamed. Los mendocinos, en cambio, disfrutan de la punta (con 6, igual que Peñarol) y también de su goleador Ramírez, quien ya lleva cuatro en el torneo.

Su estadio colmado de hinchas deseosos de ampliar la racha positiva en partidos internacionales desde la remodelación, la endeble situación de su entrenador que hace equilibrio en la soga pese a haber logrado la Sudamericana el semestre pasado, sus ganas de revertir el penoso pasar en el torneo local, todo eso empujó a Independiente en el comienzo del partido ante Godoy Cruz. Por eso el Rojo, que tenía como titular a Jairo Castillo y a Gracián como enganche, arrancó mejor y no tardó en inclinar la cancha, dominando el de- sarrollo a su antojo. Gracián probó suerte con un potente remate apenas desviado, pero fue recién en jugada de pelota parada, ejecutada por el ex Boca, cuando Independiente consiguió romper la paridad con un cabezazo de Parra, quien peinó la pelota y la colocó por encima del arquero Torrico.

Independiente atacaba por las bandas, principalmente por el lado del colombiano Vélez, quien sorprendía con sus desbordes por la derecha. Sin embargo, comenzaba a perder el control. Apenas despertaba Godoy Cruz cuando, en otra jugada de pelota parada, logró igualar el marcador. El centro cayó sobre el segundo palo y ahí la tomó Olmedo para sacar un nuevo centro que Fredes, al intentar despejar, terminó metiendo sobre el primer palo. Mala suerte para los locales.

El gol fue un golpe para Independiente, que no reaccionó y terminó perdiendo la línea, desdibujándose. Los mendocinos, en cambio, fueron por más y no tardaron en darlo vuelta, todo gracias a Rojas, que le ganó una pelota a Mareque y a unos metros de la medialuna sacó un excelente zurdazo que se coló sobre el palo derecho de Navarro para el 2-1.

El local apretó un poco las clavijas en el complementario y hasta evidenció mejorías en su juego. Con esa actitud logró arrinconar a Godoy Cruz, pero fallaba en la definición. Gracián y Castillo tuvieron chances para empatarlo, pero las desperdiciaron. No era la noche.

Otra vez la mala fortuna tocó la puerta del equipo de Mohamed: a los 58, Navarro sacó del arco, Damonte –de buen partido– bajó la pelota de cabeza y se la sirvió a Ramírez, para que el delantero definiera con maestría para el 3-1, que esta vez fue un mazazo demoledor.

Castillo buscó nuevamente el descuento con un cabezazo desviado. Fue la última del colombiano, porque Mohamed metió dos cambios juntos: ingresaron Defederico y Núñez por Castillo y Fredes pero, a pesar de sumar más gente en ataque, Independiente no pudo cambiar la historia. El travesaño lo salvó del cuarto de Godoy Cruz, pero no de la bronca de sus propios hinchas, que terminaron criticando a los jugadores.