Jueves, 2 de junio de 2011 | Hoy
DEPORTES › UNA SELECCIóN DE SERGIO BATISTA SUFRIó UNA GOLEADA EVITABLE
La avidez por vender partidos del equipo argentino no tiene en cuenta los riesgos que corre el prestigio de la camiseta. Un equipo sin identidad ni entrenamientos se comió cuatro frente a un seleccionado africano de los más fuertes.
Está dicho desde hace tiempo: la Selección Argentina es el activo más importante de la AFA y, como tal, una máquina de facturar en cualquier condición. Tan grande es su potencial, que la explotación ya no conoce límites. La Selección es una marca registrada en el mundo del fútbol y la venta de partidos del equipo albiceleste es un negocio fenomenal que ya ni siquiera tiene en cuenta los riesgos. Como la humillación que la camiseta sufrió ayer en Africa. Un equipo dirigido por Sergio Batista, conformado por futbolistas menores de 25 años que juegan mayoritariamente en Europa, armado de apuro, dio lugar a que se mancillara un prestigio tan meritoriamente ganado durante décadas.
La AFA y sus socios arreglan negocios, exhiben a la Selección, cobran cachets millonarios y lo futbolístico no siempre tiene relevancia. Batista no pone reparos a semejante maratón de partidos, y ya conduce tres seleccionados: el real, el de Messi y Cía., que esperaban los nigerianos (quienes, decepcionados, sólo colmaron un sexto de la capacidad del estadio); el local, integrado por jugadores que actúan en equipos de Primera –una idea que no es moderna pero que reflotó Diego Maradona– y este engendro que está de gira, conformado por futbolistas de menor nivel teniendo en cuenta los que Batista convocó para la Copa América: sólo dos de los que jugaron ayer en Abuja, Pablo Zabaleta y Ezequiel Garay, fueron convocados para integrar el plantel que enfrentará el torneo continental.
Ese es el equipo que salió a afrontar el compromiso contra los africanos, que pusieron en la cancha a su auténtico seleccionado, con seis jugadores que enfrentaron a la Argentina en el Mundial de Sudáfrica. Por eso terminaron haciéndose un festín contra este proyecto de equipo de Batista. Tan ridículo fue todo que el único tanto argentino lo consiguió Mauro Boselli de penal en el octavo minuto de descuento, sin que hubiera existido una razón lógica para semejante recuperación.
No fue la única anécdota: ante la lesión de Oscar Ustari, el martes, Batista convocó de urgencia al juvenil arquero Damián Martínez, ex Independiente, ex arquero de la Selección Sub-17 y actualmente en el Arsenal de Londres. Pero nadie en la delegación argentina lo conocía personalmente. Para identificarlo en el aeropuerto de Abuja, los dirigentes de la AFA, un funcionario de la embajada argentina en Nigeria y los organizadores del encuentro se pararon a la salida de Migraciones y, para identificar al arquero, levantaron un cartel con su nombre: “Damián Emiliano Martínez”. Cuando el chico se presentó, a menos de dos horas del inicio del encuentro, lo llevaron directamente al estadio para ocupar el banco de suplentes.
Hubo cinco debutantes en el equipo argentino: Federico Fazio, Alberto Costa (como Messi, nunca jugó en la Argentina), Mateo Musacchio, Alejandro Cabral y Nicolás Bertolo. Pero nunca hubo equivalencias entre un equipo y otro, y ése es un lujo que un representativo del fútbol argentino no puede darse. La gira terminará el domingo ante Polonia en Varsovia.
4- NIGERIA
Enyeama; Okonkwo, Ambrose, Yobo, Taye; K. Uche, M. Obi, J. Obi, Obinna; Anichebe, I. Uche. DT: Samson Siasia.
1- ARGENTINA
Gabbarini; Zabaleta, Garay, Fazio, Insúa; Belluschi, Bolatti, Costa; Gaitán, Boselli, Perotti.
DT: Sergio Batista.
Estadio: Nacional (Abuja).
Arbitro: Ibrahim Chaibou (Níger).
Goles: 10m y 39m, I. Uche (N); 26m, Obinna, de penal (N); 52m, Emenike (N); 90m, Boselli (A).
Cambios: 46m, Aiyenugba por Enyeama (N); 58m, Cabral por Costa (A); 62m, Bertolo por Belluschi (A); 64m, Musacchio por Garay (A); 67m, Yusuf por Okomkwo (N); 69m, Jara por Perotti (A).
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