Vélez volvió a ganar como local después de seis partidos, y lo hizo nada menos que frente al Santos de Brasil, el actual campeón de América, en el encuentro de ida por los cuartos de final del certamen continental. La serie se definirá el jueves próximo en San Pablo, y los de Liniers arribarán con la ventaja a su favor.

El partido mostró al equipo local volcado hacia el campo de los brasileños desde el inicio. Como Vélez no tenía un enlace natural, entre Augusto Fernández y Zapata se repartían las responsabilidades para encabezar los ataques. Santos trataba de que los volantes rivales no pudieran controlar la pelota con facilidad, y entre Arouca y Adriano se encargaban de cortar los circuitos.

Como ninguno de los dos equipos podía construir jugadas combinadas con profundidad, las mejores opciones llegaban con tiros de media distancia.

Zapata le pegó desde afuera y la pelota salió cerca; Rafael atrapó enseguida un remate de Martínez; Cabral probó luego de una jugada individual y no tuvo precisión.

La mejor oportunidad de Santos fue por intermedio de Ganso, que le dio bombeado y atrapó Barovero. Vélez buscaba con más insistencia tratando de sacar ventaja en su estadio, y Fernández estuvo cerca, desde un ángulo cerrado, pero Rafael reaccionó a tiempo. Finalmente, aquella perseverancia de Vélez encontró respuesta a los 35 minutos, cuando Obolo cabeceó anticipándose a su marcador, después de un centro de Papa.

A partir de ese momento, Santos comenzó a salir un poco más de su campo. Pero más allá de que sus intenciones eran lastimar en el área de Barovero, no lograba de-sequilibrar en los últimos metros. En ese marco, la estrella Neymar era bien controlado por Cubero y el chico Peruzzi, y por ese motivo los brasileños perdían potencia en ofensiva. El único que pudo probar al arco aunque sin mucha fortuna fue Elano.

Santos apareció más decidido a jugar el segundo tiempo, y trató de llevar la pelota por el sector derecho, donde Neymar se ubicaba para recibirla. La primera llegada profunda de los visitantes llegó a los cuatro minutos, cuando Elano probó precisamente desde la derecha pero Barovero alcanzó a sacar la pelota por arriba del arco.

Vélez esperaba en su terreno para utilizar el contrataque como arma ofensiva, y otros de los recursos que tenía el equipo de Liniers eran las jugadas de pelota detenida, para buscar la cabeza de los hombres más altos. Primero Obolo cabeceó luego de un córner y la pelota se fue muy cerca del palo. Pocos minutos después, Domínguez también ganó en lo alto y Rafael controló la pelota casi sobre la línea.

En el final del partido, Vélez se desprendió un poco más para aumentar la ventaja, pero no tenía la precisión necesaria para prevalecer sobre la defensa de los brasileños. Augusto Fernández le pegó de volea a la pelota y encontró bien parado a Rafael. En el final, ninguno arriesgaba demasiado pensando en la vuelta de la semana que viene.