La derrota de Federico Delbonis 6-1, 7-6 (7-3) ante el español Nicolás Almagro en los cuartos de final del ATP de Buenos Aires terminó de completar un hecho inédito: por primera vez en las trece ediciones del certamen, ningún argentino pudo acceder a las semifinales del torneo porteño. El jugador de Azul había sido, además, el único tenista local capaz de acceder a los cuartos de final, hecho que tampoco se había producido a lo largo de la historia del certamen.

Se sabe que el poderío de la Legión Argentina ya no es el mismo ante los retiros de la gran camada que pobló el circuito en la primera década del siglo. La firmeza de Juan Martín Del Potro, la regularidad de Juan Mónaco y las apariciones, a esta altura, fulgurantes de David Nalbandian son los restos que quedan de aquellos años dorados en los que se podía encontrar hasta tres argentinos en el top ten y era común que dos compatriotas pudieran definir un certamen de ATP entre ellos. El espejismo que parecen haber significado el título de Horacio Zeballos en Viña del Mar hace quince días y la final a la que accedió Nalbandian la semana pasada en San Pablo no se pudo reproducir acá en Buenos Aires. Con Del Potro jugando en otras tierras, con Mónaco frenado entre lesiones y malos resultados y con Nalbandian jaqueado por un ranking “mentiroso” que lo llevó a cruzarse demasiado rápido con el español David Ferrer, las chances argentinas quedaron más que debilitadas.

Alcanza con repasar el historial del certamen para ver la involución de la Legión con el correr de las temporadas. En las primeras nueve ediciones, sólo en 2006 no hubo al menos tres cuartofinalistas, dos semifinalistas y un finalista argentino. Ese año, con Nalbandian afuera del certamen por una lesión cuando era el máximo favorito, apenas Agustín Calleri pudo colarse en las semifinales antes de caer con el italiano Filippo Volandri, luego de haber dejado en el camino en cuartos a José Acasuso, el otro nacional en esa instancia. Fue la peor edición hasta la actual. Por el contrario, en 2002 llegaron a ser seis los argentinos en cuartos de final, mientras que en 2005, 2008 y 2009 hubo tres semifinalistas, dos de los cuales se encontraron en las finales de 2005 (Gastón Gaudio ante Mariano Puerta) y de 2008 (Nalbandian ante Acasuso).

Las tres ediciones anteriores ya comenzaron a mostrar el declive, con apenas un solo semifinalista en cada año, de los cuales sólo Juan Ignacio Chela pudo escaparse de la maldición y llegar a la final en 2011. Y en la temporada pasada se había igualado la peor actuación histórica de 2006, con Nalbandian como único compatriota en semifinales, luego de superar a Carlos Berlocq en los cuartos de final, el otro argentino que había accedido a esa instancia. Sin embargo, la 13ª edición superó todas las marcas negativas, con Delbonis como única raqueta en los cuartos de final y sin representantes para las etapas decisivas del fin de semana. Claro que más allá del número maldito, no se puede pensar sólo en la mala suerte para estos pobres resultados.