El nuevo presidente del COI, el alemán Thomas Bach, prometió una ambiciosa reforma del olimpismo: modernizar los Juegos de Verano, conceder más derechos de cogestión a las potenciales candidatas y revisar el proceso de solicitud de las ciudades. “No será fácil, pero merece la pena porque el mundo ha cambiado y hay que tenerlo en cuenta”, dijo el abogado de 59 años en una entrevista con L’Equipe. La meta del nuevo mandatario del COI es llevar los Juegos a todos los continentes, para lo que Bach ve necesario mayor flexibilidad en el programa olímpico.

Bach reconoció que actualmente se les exige demasiado a las ciudades candidatas y que se deja poco espacio a la improvisación. “Les hacemos 300 preguntas a los candidatos, y al final son las mismas consultoras las que responden. Escriben lo que queremos escuchar y, casualmente, las respuestas se parecen”, afirmó.

Frente a ese modelo, Bach propuso “preguntar a los potenciales candidatos cómo imaginan los Juegos en su sociedad, en su entorno, cómo pueden los Juegos contribuir al desarrollo de su ciudad, su región, su país. Hay que dejar un poco de creatividad a los candidatos”, afirmó. “Hay que permitir que más ciudades, más países puedan organizar los Juegos”, y evitar que “se puedan hacer sólo en una treintena de países”. También se mostró partidario de “añadir nuevas disciplinas y nuevos deportes”.