DEPORTES › SE LIQUIDA CON POLEMICA EL FONDO COMUN DE INVERSION DE BOCA
Cuestión de forma contra el Fondo
En dos meses, el club que preside Mauricio Macri deberá abonarles una discutida cifra de casi 10 millones de pesos a los inversores bursátiles, salvo que venda a Barros Schelotto, Barijho y otros seis jugadores.
Por Gustavo Veiga
El Fondo Común de Inversión que ideó Mauricio Macri para que Boca pudiera adquirir jugadores y que la Comisión Nacional de Valores autorizó el 5 de diciembre de 1996, será liquidado en menos de dos meses con una módica rentabilidad. El club deberá abonarles a los inversores bursátiles 9.176.712,71 pesos, quienes tendrán una utilidad por cuota parte –se emitieron 124.308– de casi 15 dólares. La institución está obligada a pagar al contado en las 48 horas posteriores al 30 de septiembre y, en el caso de que no pudiera, el presidente boquense –fiador solidario– deberá responder con una garantía de 20 millones de dólares. Desde la oposición al ingeniero y candidato a jefe de gobierno porteño argumentan que la deuda con el Fondo es de 5.472.483 pesos, más el ajuste correspondiente por los índices CER o CVS. Pero que, en ningún caso, la cifra llegaría al monto que ahora se le reclama a Boca.
Desde su propio nacimiento, la iniciativa comercial de Macri recibió críticas e impugnaciones de las más diversas, aunque aguantó todas las embestidas y siguió cotizando hasta el comienzo de su liquidación, que se fijó para septiembre de 2001. Luego, a esta fecha se la prorrogó hasta fines del mes próximo, durante una asamblea de cuotapartistas realizada el 12 de julio de 2002. Por entonces, los inversores ya habían recuperado 90 dólares de los 100 que habían colocado y ahora, si Boca costea aquella suma, terminarán recibiendo por todo concepto, y en un lapso de seis años y nueve meses, unos 115 dólares.
“Van a pagar, porque así ya lo hemos conversado con los dirigentes. Pero si así no ocurriera, llegado el momento, y como presidente de la sociedad gerente del Fondo, tendré que intimar a Boca a que abone el cincuenta por ciento de los jugadores que aún continúan perteneciendo al Fondo y no se vendieron”, afirmó Santiago Urdapilleta, responsable de La Xeneize S.A. Esos futbolistas son siete, aunque el caso de Guilermo Barros Schelotto es diferente de los otros seis. Un 50 por ciento de su pase les pertenece aún a los cuotapartistas y, en principio, el club se vería obligado a recomprar esa mitad por una cláusula del contrato que se refiere al precio de retrocesión. Sin embargo, como la entidad deportiva desistió de una supuesta oferta de 1.400.000 dólares del Atlante de México, hoy, y también de acuerdo a lo estipulado entre Boca y el Fondo, deberá abonar como si se tratara de una indemnización, el 100 por ciento. En plata, significan cerca de 3.500.000 pesos.
Los demás jugadores no transferidos y de los que todavía le quedan porcentajes a la cartera de inversiones son: Antonio Barijho (100 por ciento), Cristian Muñoz (100 por ciento), Martín Andrizzi (80 por ciento), César La Paglia (79,8 por ciento), José Pereda (57,5 por ciento) y Javier Villarreal (50 por ciento). A todos ellos, incluido Barros Schelotto, el jugador con mayor poder de reventa, el club tendría que transferirlos para evitar pagar los 9.176.712,71 pesos. Una alternativa que a esta altura resulta casi imposible.
Pablo Abbatángelo, uno de los referentes de la oposición a Macri y líder de la agrupación La Bombonera, sostiene que “Boca pierde estrepitosamente con la liquidación. El que sostenga lo contrario es un mentiroso. Además, los directivos del club, en algunos casos son miembros del Comité Asesor del Fondo, por lo que no defienden los intereses del club”. Desde la vereda opuesta, Urdapilleta, el titular de la Sociedad Gerente La Xeneize, plantea: “Quienes hacen cuestionamientos creen que haber puesto dólares durante la convertibilidad es lo mismo que hacerlo ahora. Y pretenden que no se cobren los ajustes hechos en los balances del Fondo y que fueron supervisados por la Comisión Nacional de Valores. Es un verdadero disparate. El emprendimiento había generado expectativas más grandes, pero su rentabilidad terminó siendo decorosa. No debe olvidarse que el ex ministro de Economía, José Luis Machinea, gravó a este tipo de fondos con el pago del impuesto a las ganancias, si no los beneficios hubieran sido mayores”. Los detractores de la iniciativa bursátil del ingeniero también sostienen que, cuando se transfirió a Martín Palermo al club Villarreal de España, se vendió primero la mitad del pase que le pertenecía al Fondo en 6 millones de dólares y, al completarse la transferencia, el restante 50 por ciento que le pertenecía a Boca se negoció por 3.500.000. La semana entrante, la oposición presentará un pedido de informes sobre el cierre definitivo del experimento comercial que no tenía antecedentes en la Argentina. Un proyecto que desveló a Macri hasta que la Corte Suprema de Justicia falló definitivamente sobre el Fondo el 29 de febrero de 2000, tras una serie de impugnaciones que lo hicieron zozobrar.
Que el Fondo continuara con vida se debió, en buena medida, a la capacidad de lobby que ejerció el presidente de Boca sobre los permeables ministros de Justicia menemistas, Elías Jassan y Raúl Granillo Ocampo. El 18 de junio de 1997, durante un extenso reportaje radial que le realizó el periodista Nelson Castro, el primero de los riojanos mencionados señaló: “Si a mí me preguntaban hace unos meses atrás si lo conocía a Macri, yo hubiera dicho: ‘No, no lo conozco, a pesar de que lo he visto’. Pero por ejemplo, ahora yo he empezado a tener algunas conversaciones con Macri porque está a resolución del Ministerio de Justicia un tema del fondo de inversiones del club Boca Juniors”.
Tiempo después, Granillo Ocampo completó la faena de su antecesor Jassan. Mediante la resolución número 62 del 23 de julio de 1997, le daría lugar a un recurso jerárquico de apelación interpuesto por Boca ante la cartera de Justicia. Era la segunda vez en la historia jurídica del país que un ministro del área revocaba lo actuado por la Inspección General de Justicia. A los tumbos, el Fondo llegaría hasta hoy, aunque además, con plata. Los 9.176.712,71 pesos deberán repartirse entre los cuotapartistas a más tardar el 2 de octubre, según reza el prospecto del Fondo. Desde hinchas boquenses que realizaron una pequeña pero sentimental inversión hasta una empresa constructora que tiene el porcentaje más elevado de cuotapartes, algunos se harán de un puñado de pesos y otros de una respetable fortuna.