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El abrazo en el final entre los técnicos Miguel Angel Russo y Carlos Ischia fue más que claro: el partido entre Central y Vélez tuvo un final electrizante, aunque la victoria fue para los rosarinos por 2-1, quienes se habían puesto en ventaja con goles de Horacio Carbonari, de penal, y Ezequiel González, en el primer tiempo; mientras que para los de Liniers descontó Roberto Nanni, a poco del final.
Central se mostró muy bien en el arranque y no fue casual que a los 17 minutos de juego estuviera dos goles arriba en el marcador. El primer tanto fue tras un dudoso penal que el árbitro Luis Bongianino le cobró a Pellerano, sin advertir que el defensor rechazó primero la pelota antes de tomar contacto con González. Además, un error de Gastón Sessa pudo significar el tercero para los locales, pero Mauro Poy no definió bien.
Vélez trató de remontar el encuentro, pero ni Pablo Batalla ni Jonás Gutiérrez consiguieron organizar los ataques y lo poco que intentaron Cristian Bardaro y Nanni encontró buena respuesta en la última línea de los rosarinos, especialmente en el arquero Julio Gaona.
En el complemento, con el ingreso de Leonforte por Sánchez los locales consiguieron controlar la situación. Sin embargo, sobre el final, con un remate cruzado Nanni, Vélez consiguió descontar y lo que siguió fue una búsqueda más o menos intensa, aunque se abusó de los pelotazos, para alcanzar la igualdad.