Sabrina Ameghino y la dupla en K2-200 metros dieron ayer a la Argentina dos nuevas medallas de oro en la última jornada de competencia del canotaje de los 10º Juegos Odesur que se desarrollan en Santiago, en Chile.

Ameghino completó la prueba en un tiempo de 39s351/1000, postergando al segundo lugar a la chilena Ysumy Orellana Trigo (40s354/1000), y al tercero, a la ecuatoriana Stefanie Perdomo (40s859/1000). Por su parte, Rubén Rézola y Miguel Correa, quintos en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, se llevaron la victoria en K2-200 al conseguir un tiempo de 30s874/1000, postergando a las parejas brasileña y ecuatoriana al segundo y tercer lugar.

En esta décima edición de los Juegos Odesur, el canotaje consiguió para la Argentina seis medallas de oro, una de plata y una de bronce. La Argentina, hasta ayer, está segunda en el medallero, detrás de Brasil, con 92 medallas (28 de oro, 35 de plata y 29 de bronce). Sin embargo, esa posición corre peligro, ya que Colombia (que también posee 28 medallas doradas) se encuentra a una de la Argentina.

En básquetbol, el seleccionado argentino femenino, Las Gigantes, se clasificó ayer para la final al imponerse fácilmente 113-49 a Bolivia, en un encuentro de la cuarta fecha. El combinado argentino cerrará su actuación hoy en la fase preliminar, enfrentándose a Chile, desde las 21. En la Argentina se destacaron el ala pivote Andrea Boquete, que convirtió 19 puntos, y la alera Stefhany Thomas, que aportó 16. Además jugaron Sofía Castillo (15), Natasha Pérez (12), Ornella Santana (12), Melisa Cejas (9), Julia Armesto (8), Victoria Llorente (7), Sandra Pavón (6), Carolina Sánchez (5) y Celia Fiorotto (4). También entró y no anotó Nadia Flores.

En el conjunto boliviano, la goleadora fue el ala pivote Jeanette Vía Sales, con 19 tantos. Los parciales del partido jugado en el gimnasio del Centro de Entrenamiento Olímpico fueron los siguientes: Argentina: 25-19, 53-33, 79-40 y 113-49.

Por su parte, los atletas brasileños demostraron ayer su poderío en la final de los 400 metros, donde se llevaron el oro y la plata, y presentaron su postulación a lograr algo grande en los Juegos Olímpicos de Río 2016. El ganador fue Anderson Henriques, con un tiempo de 45,03 segundos, seguido muy de cerca por su compatriota Hugo Balduino, que marcó 45,09. Henriques mostró su satisfacción tras la prueba por haber superado su mejor marca apenas en la segunda carrera que disputa en lo que va del año. “Esto me da mucha confianza para seguir preparándome para los Juegos de Río”, dijo el atleta, de 22 años, que explicó que en la semifinal se había relajado un poco en el segundo tramo del sprint, pero que en la final lo había dado todo.

El entrenador de estos jóvenes talentos brasileños es Sanderlei Parrela, plusmarquista sudamericano de los 400 metros en los mundiales de Sevilla (España) 1999, cuando fue subcampeón mundial detrás del estadounidense Michael Johnson, que estableció el record mundial de la prueba en 43,18. Con más de dos años por delante para los Juegos Olímpicos, Henriques confía en seguir bajando sus tiempos y llegar a la cita con posibilidades de subir al podio. Para ello, reconoció que está trabajando con especial hincapié en la parte mental: “Estoy haciendo un trabajo especial para la concentración, lo he venido trabajando y hasta ahora me ha ido bien”.