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La de esta tarde puede ser una jornada histórica para el fútbol juvenil argentino, porque el seleccionado argentino Sub-17, el único de los equipos de la AFA que aún no consiguió un título del mundo, buscará asegurarse, ante España, un lugar en la final del Mundial de la categoría que se disputa en Finlandia. La Argentina nunca logró pasar las semifinales de un Mundial Sub-17 (sólo obtuvo dos terceros puestos, en Italia ‘91 y Ecuador ‘95), por lo que en caso de superar a España accederá por primera vez a un encuentro decisivo en torneos de esta categoría.
El partido se disputará en el estadio Töölö, de Helsinki, de césped sintético –superficie que se usa por primera vez en un campeonato organizado por la FIFA–, y al equipo de Hugo Tocalli lo asisten los antecedentes: es el único seleccionado que ganó los cuatro encuentros que disputó en este Mundial, en los que, además, no recibió goles. La Argentina no tuvo problemas en superar sucesivamente 2-0 a Australia, 2-0 a Costa Rica y 1-0 a Nigeria, en la primera rueda, para luego dejar en el camino a México, también 2-0, en los cuartos de final.
El equipo, que consiguió el 18 de mayo pasado el campeonato Sudamericano de Bolivia, aumentó la contundencia ofensiva con el ingreso del atacante Hernán Peirone, de San Lorenzo, quien comenzó el Mundial como suplente pese a haberse destacado frente al arco adversario durante el Sudamericano y ahora es el goleador, con tres tantos.
Por sus características, Neri Cardozo, volante de Boca, puede ser el jugador más valioso frente a un rival que actúa con dos volantes centrales, con escasa cobertura sobre los laterales en el mediocampo. Cardozo, Leandro Díaz y Ariel Colzera están acostumbrados a jugar sobre césped artificial, puesto que cuando se entrenan en su club, Boca, suelen hacerlo en la cancha de esas condiciones en el predio de Casa Amarilla.
España despliega en esta categoría un sistema 4-2-3-1, en el que Xisco es el único atacante. Al igual que la Argentina, el seleccionado que conduce Juan Santisteban va invicto: ganó tres de los cuatro encuentros que jugó, con 13 goles a favor y 7 en contra, con un promedio de gol superior a los 3 tantos por partido, pero con una marca de casi dos goles recibidos por partido.
El ganador de este encuentro disputará la final del Mundial, el próximo sábado, frente al vencedor de la otra semifinal que sostendrán hoy Colombia y Brasil.