Martes, 8 de julio de 2014 | Hoy
DEPORTES › BRASIL Y ALEMANIA SE ENFRENTAN EN EL MINEIRAO PARA BUSCAR UN LUGAR EN LA FINAL
A pesar de la localía, el conjunto de Luiz Felipe Scolari no parte como favorito por la lesión de Neymar, por la presión y por el juego que mostró a lo largo del certamen. Los europeos, con mejor rendimiento, irán en busca de un golpe histórico.
Por Adrián De Benedictis
El fútbol suele entregar lujos desde adentro de la cancha, pero también los ofrece a partir de la historia y los pergaminos. El Mundial 2014 volverá a cruzar a dos de las grandes potencias, en este caso por una de las semifinales, y lo más llamativo es que lo harán por segunda vez en esta competencia. Brasil y Alemania sólo han jugado un partido en los Mundiales, que fue la final de 2002, en Yokohama, una ciudad cercana a Tokio, donde los brasileños vencieron 2-0. Hasta ese 30 de junio, el único antecedente había sido un partido en la Copa de 1974, donde Brasil se cruzó con la desaparecida Alemania Oriental. Pero también es muy impresionante que en 13 de las 16 las finales que se disputaron desde 1950 tuvieron a alguno de los dos como protagonista. Eso volverá a ocurrir en esta edición, ya que uno de ellos estará el domingo en el estadio Maracaná para jugar otro encuentro decisivo. Desde las estadísticas, lo que han alcanzado es impresionante e inigualable al mismo tiempo.
El local ganó cinco títulos del mundo (1958, 1962, 1970, 1994 y 2002), una cifra que ningún otro alcanza. El que está más cerca es Italia, que con el que ganó en 2006 llega a cuatro. Los otros son los de 1934, 1938 y 1982. Los alemanes tienen tres: 1954, 1974 y 1990. Los brasileños fueron, además, dos veces subcampeones (1950 y 1998), y Alemania terminó segundo en cuatro ocasiones: 1966, 1982, 1986 y 2002. Esto indica que el que gane esta tarde en Belo Horizonte llegará a una cifra asombrosa: será su octava final en los Mundiales. La identidad que les da el pasado los ubica en la cima de este deporte, más allá de lo que ocurra desde las 17 en el estadio Mineirao.
A partir del día que se conoció la sede de este torneo, se hicieron múltiples especulaciones sobre si Brasil sería beneficiado para levantar la Copa. Pero, curiosamente, el favoritismo no está del lado de los locales, y Alemania aparece con mejores chances para lograr hoy el éxito. Sin duda, lo ocurrido con Neymar fue un golpe difícil de asimilar, y si ya no contaba con muchos futbolistas de desequilibrio, al ausentarse la figura del Barcelona reduce mucho sus posibilidades. Encima, el capitán y líder espiritual que tienen los brasileños, Thiago Silva, tampoco estará presente por acumulación de tarjetas amarillas.
Los propios brasileños no son optimistas para lo que suceda hoy, aunque creen que lo que pasó con aquellos dos hombres puede sacar a relucir el orgullo de estos jugadores para salir adelante. Brasil arriba luego de tres victorias y dos empates, con una definición por penales angustiante frente a Chile, en el cruce de los octavos de final. El brillo que caracteriza a los brasileños no ha aparecido en su tierra, y se duda que sea hoy justo cuando eso suceda.
El conductor del local se repite como en 2002. Luiz Felipe Scolari es el encargado de encabezar esta misión, a la que le han impuesto una gran autoexigencia a nivel nacional. Para Scolari y sus hombres, Brasil no puede desperdiciar esta chance de ser campeón en su país. Por ese motivo convive con los jugadores una psicóloga que los pueda contener. El recuerdo de lo que aconteció en 1950 sigue muy presente a largo del Mundial, y ellos no contemplan la chance de que se repita algo parecido. En este caso, sería un “Mineirazo”.
Los europeos tienen el temple más entero por lo que han producido hasta ahora, lo que los sitúa como una de las selecciones que mejor juego ha entregado. Alemania llegó hasta aquí después de cuatro victorias y una igualdad, con la figura de Thomas Müller como principal argumento. El delantero del Bayern Munich de su país tiene cuatro goles, después de que le convirtiera tres a Portugal y uno a Estados Unidos.
Pero los alemanes no sólo tienen los goles de Müller sino que, además, cuentan con Manuel Neuer, quien también se desempeña en el Bayern. El arquero los evita con intervenciones espectaculares, como la acción que salvó la clasificación ante Francia, sacando con una mano un remate de Benzema. Alemania también posee un circuito de juego que hace temer a los rivales, y ahí sostiene toda su estructura.
Dos de los más grandes volverán a verse en un Mundial con la intención de llegar a la final del domingo, pero también para seguir acrecentando su propia leyenda.
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