Lo que le tocó transitar en los meses previos a su arribo a Brasil no fue lo más grato para él. Su falta de continuidad en el Mónaco francés hasta hizo peligrar su lugar en el conjunto titular argentino. Sin embargo, el técnico Alejandro Sabella le mantuvo la confianza de manera incondicional y la Selección puede gozar por estos días de tener a un arquero con el ánimo bien alto. Sergio Romero viene ofreciendo actuaciones convincentes, y sólo por algunas jugadas aisladas no se puede afirmar que su desempeño es excelente.

En el duelo ante los belgas del sábado último, Romero fue importante en los pocos ataques que tuvieron los adversarios, y sobre todo reaccionó a tiempo en remates que fueron desviados por los propios defensores argentinos y que lo podían haber descolocado. Para enfrentar a Holanda, el ex Racing buscará tener otro desempeño destacado y ayudar así al seleccionado a llegar al partido más deseado por todos: el del domingo próximo en el mítico Maracaná. Por ello, Romero habló con Página/12 sobre lo que viene de ahora en más.

–¿Se sacaron una presión extra al poder superar la barrera de los cuartos de final?

–Era algo que esperábamos hace mucho tiempo, algo que se nos negó en el 2010 y lo pudimos conseguir haciendo un gran partido. Romero fue uno de los que vivió la gran frustración hace cuatro años, cuando los alemanes fueron contundentes y eliminaron al plantel conducido por Diego Maradona.

–¿Para los que estuvieron en Sudáfrica fue algo especial?

–Para mí no fue una revancha, sino que lo tomo como que pudimos pasar ese trago amargo de hace cuatro años atrás. Esperamos seguir trabajando como lo venimos haciendo, y que la Selección siga creciendo.

Este misionero de 27 años, nacido en la ciudad de Bernardo de Yrigoyen, ya se convirtió en el segundo arquero con más presencias en partidos mundialistas, al alcanzar los diez encuentros y superar por uno a Nery Pumpido, campeón mundial en México 1986. De todas maneras, al menos en este Mundial, a Romero no le alcanzará para igualar a Ubaldo Fillol, quien suma 13 duelos en Copas del Mundo, después de haber jugado en Alemania ’74, Argentina ’78 y España ’82. Desde el día que Argentina jugó aquí ante Nigeria, en Porto Alegre, Romero es el segundo en su puesto con más presencias en el seleccionado, y desde mañana, cuando salga a la cancha para enfrentar a Holanda, Romero sumará 53 partidos, tres menos que Fillol, en la totalidad de encuentros con la camiseta argentina.

En ese sentido, cada partido es importante de ahora más para él, como lo fue el último ante Bélgica. Ese día, Argentina cumplió una gran tarea defensiva y el protagonista estuvo mejor custodiado por el resto.

–¿Te dejó conforme ese nuevo planteo de la Selección, con más firmeza de mitad de cancha hacia atrás?

–Creo que hicimos un gran partido en líneas generales. Conseguimos un gol rápido, y a pesar de que ellos atacaron mucho en el segundo tiempo, se notó el trabajo de la defensa que fue muy bueno.

–¿No te preocupa que eso genere menor presencia en la zona de ataque?

–Uno tiene que pensar en las cosas positivas, y no tanto en que se perdió algo, sino que se ganó otra cosa. Lo importante fue que pudimos hacer un gol en el primer tiempo y pudimos mantener el cero en el arco nuestro en el segundo.

Con simpleza, Romero definió la situación de lo que sucedió en el partido de Brasilia. La apuesta grande es volver a repetir frente a los holandeses un juego que también le impida al rival llegar con facilidad al área del misionero, que quiere seguir haciendo historia entre los arqueros argentinos. Está a sólo dos partidos de insertarse en una muy importante para el fútbol argentino.