Viernes, 5 de septiembre de 2014 | Hoy
DEPORTES › LO QUE DEJO LA GOLEADA DEL SELECCIONADO ARGENTINO
La actuación de Di María y su posición en la cancha, la ausencia no vinculante de Messi, la sorpresa de Lamela en el ataque, las diferencias en el planteo, la base y la confianza. Motivos para renovar el optimismo.
Gerardo Martino, el flamante entrenador de la Selección Argentina, posee variantes de lujo para elegir, como quedó demostrado el miércoles en la goleada 4-2 sobre Alemania, el actual campeón del mundo. Ante la ausencia de Lionel Messi, Angel Di María tomó la posta y condujo al equipo a una valiosa victoria por el tenor del rival tanto como por la inyección de optimismo que supone para un futuro que engloba la Copa América del año próximo y las Eliminatorias para el Mundial de Rusia.
La ausencia de Messi no supuso más que eso, la falta de un jugador clave en un partido amistoso. La suposición de que el seleccionado puede jugar mejor sin el astro rosarino que con él a bordo, presupuesto de algunas disparatadas lecturas colaterales de la goleada en Düsseldorf, carece del más mínimo asidero. La buena noticia pasa, en todo caso, por el formidable momento de Di María, recientemente adquirido en casi 100 millones de dólares por el Manchester United. Cabe suponer que parte de la sequía goleadora de Messi en la fase decisiva del Mundial, por la cual sufrió muchas e injustas críticas, pudo estar relacionada también con la ausencia de Di María, ausente tanto en la semifinal ante Holanda como en la final frente a los alemanes.
Di María deslumbró tanto por su jerarquía como por la posición en la que lo ubicó Martino el miércoles, como delantero franco. “El sistema es diferente. Es un 4-3-3, se juega con más extremos, antes el equipo lo hacía con dos delanteros de punta y un mediapunta”, explicó Javier Mascherano tras el partido. Uno de esos tres delanteros fue Di María. Allí se vio la mano del técnico.
“Siento no haber podido estar con ustedes esta vez”, escribió ayer Messi, sugiriendo que su ausencia fue circunstancial. “¡Este equipo tiene mucho que dar todavía y vamos a conseguir cosas en el futuro!”, insistió. El Barcelona comunicó ayer que Messi evoluciona favorablemente de su molestia en el aductor. Martino, que ya lo conoce, cuenta con esa ventaja. Como entrenador, también se le abrieron opciones interesantes: una de ellas fue la confirmación de la calidad de Erik Lamela, aún en el Tottenham, al que Alejandro Sabella había dejado fuera de la lista de los 23 que llevó a Brasil. El tercer delantero jugó un interesante primer tiempo y marcó un golazo. Eso representó una evolución respecto de, por ejemplo, lo hecho por Rodrigo Palacio en el Mundial.
“Acostumbrarse a ganar está bueno. Creo que esta Selección hace tres años que es estable y se está acostumbrando a ganar. Luego hay partidos que se te dan o no, pero es bueno tener la sensación de que lo normal es hacer tu trabajo y ganar”, opinó Mascherano. Sobre esa base de confianza, Martino puede ir formulando los retoques que considere necesarios para renovar la frescura del seleccionado, de acuerdo con su credo: “Ser protagonista en el juego, tener la posesión, saber cuándo elaborar y cuándo hacer ataques directos”.
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