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Si el panorama de la serie ante España por un lugar en la final de la Copa Davis pintaba oscuro antes del comienzo, luego de la primera jornada ya se tornó directamente negro. Tras los dos primeros singles, los españoles se adelantaron 2-0 gracias a la jerarquía de Juan Carlos Ferrero para aprovecharse de la desidia de Gastón Gaudio y la fortuna de Carlos Moyá para sacar ventaja de los problemas musculares de Mariano Zabaleta. Con este marcador, la dupla que conforman Agustín Calleri y Lucas Arnold está obligada a derrotar hoy desde las 7.30 a Alex Corretja y Albert Costa (televisa TyC Sports) para que Argentina se mantenga con chances de dar vuelta la eliminatoria. Pero lo peor es que cada vez están más expuestos los problemas internos que padece el grupo, ya que el propio Gaudio puso en duda las lesiones de Coria y Nalbandian que motivaron las ausencias de los dos top ten argentinos.
Muy diferente fue la imagen que dejaron los dos singlistas argentinos. Gastón Gaudio, en quien estaban depositadas las mayores esperanzas por su excelente rendimiento en la Davis y por las complicaciones que normalmente le genera a Ferrero, mostró su peor imagen y casi no opuso resistencia para caer 6-4, 6-0, 6-0 en poco más de dos horas de juego. Luego de un buen comienzo, en el que llegó a estar 3-1 arriba con la posibilidad de colocarse 4-1, el tenista de Adrogué entró en un bache del que no pudo salir. Así, tras perder 14 games consecutivos entregó el primer punto, con una mezcla de resignación ante el nivel de Ferrero y la displicencia en la que suele caer cuando el trámite no se desarrolla de acuerdo a su gusto. Tras el partido, Gaudio dio su particular visión de lo sucedido. “Fue muy simple. El jugó mejor que yo y me ganó. Sentí más impotencia que nada. Cuando quería entrar en el partido, no tenía oportunidad. Suena muy ridículo porque fue 6-0 y 6-0 en los dos últimos sets, pero cuando trataba de hacer algo diferente, él lo hacía siempre mejor. No me siento tan mal como en Rusia en el año pasado, no tuve oportunidad aquí”, señaló Gaudio.
En cambio, Zabaleta, que se incorporó al equipo a último momento por las lesiones de Coria y Nalbandian, estuvo cerca de pegar el gran batacazo, aunque sus problemas físicos le quitaron la posibilidad de vencer al número seis del mundo. Pese a pasarla muy mal durante los dos primeros sets y en el principio del tercero, Moyá finalmente se impuso 5-7, 2-6, 62, 6-0, 6-1 para darle el segundo punto a su país. Hasta el momento en que comenzó a sentir los calambres en sus piernas, el tandilense era el amplio dominador del encuentro. Incluso, así lo reconoció el español, que pudo desplegar su juego recién cuando su rival estaba en inferioridad física. “Mariano mereció ganar. Tenía el partido controlado y lo hubiese ganado de no lesionarse. Está jugando muy bien y yo no pude contenerlo en los dos primeros sets”, admitió el mallorquín con mucha caballerosidad.
Por la forma en que se dio la caída, Zabaleta no ocultó su bronca y se fue llorando del court, ante el aplauso de las 14 mil personas presentes, entre ellos casi 2500 argentinos. “Esta derrota no me la voy a olvidar en mi vida. Me duele muchísimo esto que me pasó. Me acalambré y me quedé sin físico. No sé por qué. Obviamente deberemos buscar rápidamente las razones”, señaló el jugador, que admitió que pensó en abandonar, pero prefirió seguir en la cancha con la esperanza de los dolores desaparecieran. “Quería ver si se me pasaba, por eso continué jugando hasta el final. A veces se te pasa y podés seguir jugando, quizás el físico me pasó el precio de haber jugado tanto este año”, indicó Zabaleta. Hoy será el turno del doble, aunque el margen para el milagro es cada vez más pequeño.