El Barcelona, liderado por Lionel Messi y todavía desde el banco por Luis Enrique, vivirá una verdadera prueba de fuego en su enfrentamiento ante el Atlético de Madrid en el Camp Nou. En la semana, en la goleada ante Elche por Copa del Rey, quedó claro que la hinchada apoya al argentino en su enfrentamiento con el entrenador. El presidente también salió a respaldarlo. El distanciamiento entre ambos tomó estado público luego de la derrota del domingo pasado ante la Real Sociedad, en la que Luis Enrique dejó en el banco de suplentes todo el primer tiempo al argentino a pesar de que Real Madrid había perdido ante Valencia y que una victoria de los catalanes los subía a la cima del torneo. Sin embargo, el técnico, molesto porque el crack mundial volvió más tarde de sus vacaciones –aunque tenía permiso del club–, lo sentó medio partido.

El primer correlato de este episodio se vivió al día siguiente de la caída y del enojo por la suplencia, cuando Messi se ausentó del entrenamiento a puertas abiertas, con miles de seguidores esperándolo, alegando un problema de gastroenteritis. A su baja se sumó la decisión de José María Bartomeu, el presidente, que decidió despedir a Andoni Zubizarreta, director deportivo del club. La semana continuó con más polémicas y con distintas especulaciones.

En primer lugar, circuló la versión de que Messi dejaría el Barcelona y recalaría en Chelsea o el Manchester City, dos clubes de los pocos que podrían pagarlo y donde juegan amigos suyos como Cesc Fabregas y Sergio Agüero. Por otro lado, y todavía sigue en pie, el rumor de que la salida de Luis Enrique es cosa juzgada y lo reemplazaría el holandés Frank Rijkaard, quien hizo debutar a Lío a los 16 años, en noviembre de 2003.

El encuentro, a las 17 de Argentina, marcará cuál de los dos equipos queda como escolta del Real Madrid. Además, será la antesala perfecta para aguardar la entrega del Balón de Oro, que se hará mañana y en la que el argentino compite con Cristiano Ronaldo y el arquero alemán Neuer. También servirá para observar el premio que le entregará la Liga de Fútbol Profesional al rosarino por ser el máximo artillero histórico de la competición, tras superar a Telmo Zarra.