Cuando todo estaba preparado para que la noche boliviana finalizara sin goles, San José encontró la victoria sobre River en los últimos instantes. Un cabezazo y un tiro libre en apenas siete minutos sentenciaron el debut con derrota en el torneo que más lo obsesiona: la Copa Libertadores.

A River le costó poder desplegar su mejor versión, por el inconveniente que le provocaban los 3800 metros de altura de la ciudad de Oruro. Algunos jugadores sintieron el ahogo y se los notaba faltos de reacción en varios pasajes del juego. Los bolivianos aprovecharon esa ventaja para acercarse al área de Barovero con cierto riesgo. La vía que utilizaban era el remate de media distancia, pero también los desbordes de los volantes externos, para tratar de desnivelar por los costados.

Cuando apenas habían pasado cuatro minutos, San José tuvo su primera oportunidad para ponerse en ventaja, pero Orué remató desviado. El local tenía más control de la pelota, pero no siempre terminaba las jugadas con acierto.

River se aproximó recién después de los 30 minutos, cuando Martínez quedó de frente al arco pero la tiró por arriba. El ex Huracán fue uno de los que más probó al arco, con tiros desde lejos, aprovechando su buena pegada. De la misma manera lo hizo Leonardo Pisculichi, el encargado de todas las jugadas detenidas en el equipo.

Leonardo Ponzio fue otro de los que se destacó del conjunto de Marcelo Gallardo, quitándole la pelota a los bolivianos y descargando con precisión hacia sus compañeros.

La segunda parte encontró a River más retrasado y sin tanta sorpresa en el campo rival. Martínez fue nuevamente el que intentaba pegándole desde afuera del área, y en algunas ocasiones la pelota salió cerca del travesaño. San José no tenía tanta profundidad, y entonces el desarrollo era deslucido y con pocas acciones de peligro.

Orué fue el que tuvo la más clara en ese segmento del partido, pero su remate de zurda se fue apenas al lado del palo derecho del arquero Barovero. Cuando se jugaban 32 minutos, Mora fue el que provocó una situación de riesgo, y su derechazo fue rechazado por Lampe.

Cuando parecía que el empate estaba sentenciado, el local se puso en ventaja por un gol de Orué. La jugada llegó por la izquierda, con un desborde de Reyes que no pudo ser detenido por Mercardo, la pelota llegó al área y Barovero no la pudo atrapar. El delantero se anticipó en el salto a su marcador y convirtió con un cabezazo. Para colmo, a tres minutos del final, Valverde ejecutó con mucha calidad un tiro libre y marcó el segundo gol para sorpresa de muchos.