EL MUNDO › LA RED DE AGENTES PASABA INFORMACION QUE “AFECTA LA SEGURIDAD NACIONAL” ENTRE 2008 Y 2012

Militares peruanos espiaban para Chile

La revelación amenaza complicar seriamente las relaciones entre ambos países, que en este tiempo atravesaban por un buen momento, luego de que la Corte de La Haya emitiera un fallo sobre un diferendo limítrofe que ambos países aceptaron.

 Por Carlos Noriega

Desde Lima

El descubrimiento de una supuesta red de espías que operaba en la marina peruana para pasar información a Chile amenaza complicar seriamente las relaciones entre ambos países, históricamente tensas y marcadas por la desconfianza, pero que en este tiempo atravesaban por un buen momento, luego de que en enero de 2014 la Corte Internacional de La Haya emitió un fallo sobre un diferendo limítrofe que ha sido aceptado y ejecutado por las dos naciones. El presidente peruano, Ollanta Humala, advirtió que de confirmarse el espionaje a favor de Chile por parte de tres suboficiales de la Armada peruana sería “gravísimo para las relaciones bilaterales”. Humala agregó que las relaciones entre Perú y Chile “han venido fortaleciéndose”, pero aseguró que este caso de espionaje “no puede pasar así nomás”. Por su parte, el ministro de Defensa, Pedro Cateriano, calificó el supuesto espionaje –el caso todavía está en proceso de investigación– como “condenable” y “vergonzoso”.

Desde Santiago, el gobierno chileno respondió diciendo que desconocía el tema. “No se ha recibido ninguna información oficial por parte del Perú sobre esta materia”, declaró el secretario general del gobierno de Chile, Alvaro Elizalde. “Las relaciones entre Chile y Perú pasan por un momento de fortalecimiento y ambos gobiernos están comprometidos con dicho proceso”, agregó. El gobierno peruano mantenía esta trama de espionaje, descubierta hace más de seis meses, en secreto, lo que explica que Chile no haya recibido, hasta el momento, ninguna comunicación ni protesta oficial del gobierno de Lima. Sin embargo, la prensa peruana, citando fuentes gubernamentales que no identifica, ha señalado que la presidenta chilena, Michelle Bachelet, ha sido informada del tema. El caso se conoció cuando el asunto se filtró a la prensa. El presidente Humala lamentó la filtración y justificó que se hubiera mantenido en reserva, algo que fue criticado por sectores de la oposición, “por lo delicado del tema” y porque todavía está en proceso de investigación.

El espionaje al interior de la Armada peruana se habría dado entre los años 2008 y 2012. El ministro de Defensa, Pedro Cateriano, puso el acento en decir que la red de espías se había formado durante el gobierno anterior, del ex presidente Alan García (2006-2011). El espionaje fue descubierto recién en el año 2014 por la contrainteligencia de la armada peruana. Los suboficiales Jhonny Philco, Alfredo Domínguez y Alberto Gonzales fueron captados por supuestos empresarios italianos quienes, en realidad, de acuerdo con las investigaciones avanzadas hasta ahora, serían agentes chilenos. Los espías han dicho que los contrataron para pasar información acerca de asuntos pesqueros, pero de acuerdo con lo conocido hasta ahora de las investigaciones de la justicia militar la información vendida “compromete la seguridad nacional”. Pero no se ha revelado cuál es la información que estos espías habrían vendido a Chile.

Los tres suboficiales están detenidos en una base militar. El primero en caer fue Philco, detenido en agosto de 2014, en octubre fue capturado Domínguez y, en noviembre, Gonzales. Los dos primeros están siendo investigados por desobediencia, infidencia y traición a la patria y podrían ser condenados a 25 años, y el tercero de ellos es investigado, por ahora, solamente por de-sobediencia. La fiscalía militar todavía no formula acusación.

Juan Ramos Espinoza, presidente del Consejo de Justicia Militar que investiga el caso, reveló que los espías enviaban la información a través de mensajes encriptados y que se habían reunido varias veces en el extranjero con los agentes chilenos. “Enviaban la información a través de imágenes, de fotos, en mensajes encriptados, que solamente ellos y el destinatario podían entender. Se usaron sistemas técnicos muy sofisticados”, reveló Ramos Espinoza. Las reuniones se habrían dado en Argentina, Brasil, Bolivia, Canadá y el propio Chile. La mayoría de los encuentros se dio en San Pablo. El presidente de la justicia militar señaló que la investigación es “compleja” y podría prolongarse hasta agosto.

“Estábamos con sueldos insuficientes y yo, como cualquier persona, quería tener un ingreso extra. Tengo varios amigos de promoción que trabajan para empresas transnacionales”, declaró Domínguez ante la justicia militar, explicando su decisión de vender información. Por cada informe le pagaban 200 dólares. Pero en ese interrogatorio, Domínguez ha insistido en que lo que vendió fue información con datos sobre pesca a quienes él pensaba eran empresarios italianos. Philco ha amenazado con revelar los nombres de otros miembros de la armada que también estarían involucrados en la venta de información reservada.

El presidente Humala convocó ayer de emergencia al Consejo de Estado y llamó a los principales líderes políticos, entre ellos los ex presidentes Alan García y Alejandro Toledo, al Palacio de Gobierno, para informarles sobre este caso de espionaje. El último antecedente de espionaje chileno en Perú fue en 2009, cuando se detuvo a un suboficial de la fuerza aérea por vender información secreta a Chile.

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El ministro de Defensa de Perú, Pedro Cateriano (centro), confirmó ayer el espionaje.
Imagen: EFE
 
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