Pelé tuvo como compañeros a Garrincha, Didi, Tostao y Rivellino. Ronaldo jugó junto a Ronaldinho y Rivaldo. Neymar se asocia ahora con Diego Tardelli, un atacante de 30 años que juega en China y que es reflejo de la sequía de delanteros por la que atraviesa Brasil. “O pais do futebol” generó siempre y sobre todo delanteros estelares, pero desde el Mundial 2006 y la retirada de Ronaldo y Adriano nadie asumió el puesto de 9 y no hay relevo a la vista.

“La posición de centrodelantero es una de las más carentes del fútbol brasileño en la actualidad”, constató Folha do Sao Paulo. Dejando atrás las grandes delanteras que comandó Pelé, más recientemente Brasil también disfrutó de un plantel de atacantes de lujo. Romario y Bebeto hicieron posible el título en el Mundial de 1994. En 2002, Brasil fue de nuevo campeón con Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho y Kaká. En 2006, Adriano suplió a Rivaldo en el cuarteto, que ya no pudo triunfar.

Adriano y Robinho fueron los delanteros con los que Dunga, actual seleccionador, ganó la Copa América en Venezuela en 2007 con aquel recordado 3-0 sobre Argentina en la final. En una espiral de calidad descendiente llegó Luiz Fabiano, pero luego ya no hubo acompañante para el emergente Neymar.

En el Mundial casero, Luiz Felipe Scolari tuvo que recurrir al veterano Fred, que despierta un triste recuerdo. Ahora, Dunga ha recuperado a Robinho, ya de 31 años, y el domingo, en el debut en la Copa América frente a Perú, confió la “9” a Tardelli, un trotamundos del fútbol que juega actualmente en el Shandon Luneng de China.

“Son nuevos mercados que tenemos que mirar. Hay desconfianza, pero Tardelli es un jugador que siempre responde”, defiende Dunga al delantero, que ha hecho tres goles en la nueva era del técnico, los mismos que el joven de 23 años Roberto Firmino, del Hoffenheim alemán, y la otra alternativa en ataque. Durante el partido ante Perú, Dunga incluso dejó al equipo unos minutos sin delantero nato, con cuatro volantes con mucha movilidad, una premisa en el ataque del nuevo equipo.

Mientras Neymar forma en el Barcelona una de las mejores delanteras de la historia y el tridente más goleador con Lionel Messi y el uruguayo Luis Suárez, la realidad post 7-1 de Brasil es mucho más dura.

Más allá de Tardelli y Firmino, sus principales socios el domingo fueron Willian, suplente habitual en el Chelsea, y Fred y Douglas Costa, ambos del Shakthar Donetsk ucraniano. Nadie en el Real Madrid, en el Barcelona, en el Milan ni en el Manchester United.

Ante esa situación, Brasil peleó con España antes del Mundial de 2014 para poner la camiseta amarilla a Diego Costa, que triunfó en el Atlético Madrid, es ahora el goleador del Chelsea y se decantó por vestir la roja.

A diferencia de la Argentina, a la que sobran números 9 (Agüero, Higuaín, Messi, Dybala, Icardi), el vivero de talento de Brasil se secó y por ello parece sabio confiar el equipo a Dunga, experto en formar grupos compactos. “Queremos un colectivo y un grupo fuerte. Todos son importantes y serán decisivos, por lo que todos tienen que estar preparados”, repite Dunga, que no puede negar que Neymar es el único factor de diferencia. “El y diez más”, dicen en Brasil. “Quizá nunca en la historia de la selección el equipo fue tan dependiente de un jugador. Ni en la época de Pelé, que siempre tuvo otros jugadores brillantes a su lado”, opinó Folha.