Goles y emoción a raudales regalaron Chile y México en el que fue, probablemente, el mejor partido de los disputados hasta ahora en la Copa América con un resultado incierto hasta el pitazo final. Los mexicanos se fueron más contentos con la igualdad final, que penó la imposibilidad del conjunto local de imponer su jerarquía.

El fútbol chileno cuenta con dos figuras excluyentes, Arturo Vidal (Juventus) y Alexis Sánchez (Arsenal). Uno marcó dos de los tres goles, patrulló el terreno y dictó los tiempos de la pelota; el otro, en cambio, estuvo desconocido, desacertado para dar pases y poco eficaz con la gambeta, prácticamente no generó juego. En esa dicotomía, con una sola de sus estrellas cumpliendo el papel que se les había reservado, estriba buena parte de la explicación por la que Chile no pudo ganar anoche; el gol anulado a Valdivia cuando estaba perfectamente habilitado también podría ser una explicación coherente.

Del otro lado brilló Vicente Matías Vuoso, el ex Independiente que marcó dos tantos para un México de menor cuantía, con los mejores jugadores enfocados en la futura Copa de Oro de la Concacaf. Jugó, hizo jugar, nunca se achicó y consiguió el empate milagroso cuando Chile se regodeaba con el triunfo parcial, superando la tardía tapada de Bravo.

Con dos partidos jugados, Chile y Bolivia encabezan las posiciones del Grupo A, con 4 puntos, pero se toparán el viernes en el cierre de la zona. México, con 2, jugará contra Ecuador, sin puntos, y un triunfo lo clasificará automáticamente.