La historia detrás de la Copa no habla de cualquier Copa, ni pasará de largo como un trabajo más. La miniserie documental que se estrena mañana en el Bafici es la radiografía más completa y mejor investigada de cómo se gestó, en el juego y su periferia, el campeón mundial 86. Si se abrazan con la misma pasión dos cosas, el fútbol y la narrativa visual que lo expresa en la pantalla, hay que ver el capolavoro de Christian Rémoli. Contundentes y atrapantes desde el principio hasta el final, las casi tres horas de imágenes son como dos partidos de ida y vuelta donde se define un título. Hace treinta años jugaban y ahora lo cuentan Jorge Valdano, Jorge Burruchaga, José Luis Brown, Julio Olarticoechea, Daniel Passarella y Sergio Batista, integrantes de una larga lista que se prolonga en testimonios de la época (Diego Maradona, Héctor Enrique, el fallecido José Luis Cuciuffo y varios más).

Están todos, y por supuesto está el técnico Carlos Bilardo, como otros personajes secundarios que aportan un dato preciso, una anécdota o una miscelánea que sorprenden y/o decoran el universo de una gesta deportiva a la que Víctor Hugo Morales le pone el portento de su voz. Como en el célebre gol del “barrilete cósmico”. O en el reconocimiento que hace en el guión del riesgo que corrió César Menotti por “firmar una solicitada pidiendo por los desaparecidos” en agosto del 81, durante la última dictadura. Es sabido el encono que se profesan el técnico y el relator. De ahí que esa referencia adquiera más valor.

Una cámara toma en plano cerrado a los protagonistas que escuchan sus goles después de colocarse los auriculares. Los audios e imágenes de México 86 se entremezclan con varios testimonios actuales. La filmación casera en que el Vasco Olarticoechea aparece entrevistando a sus propios compañeros en la concentración del club América articula todo aquello con la intimidad del plantel. Una intimidad que, por momentos parece jovial y distendida, y por otros, profundiza en la grieta que separa a los dos líderes de la Selección: Maradona y Passarella. La miniserie muestra la nula relación entre ellos. También reconstruye una reunión donde los jugadores admiten que cuestionaron con dureza a Bilardo.

Rémoli armó un retrato de época que es muy futbolero, aunque no desdeña su marco político. En esta convergencia de dos campos en apariencia contrapuestos, se ve la mano de los guionistas, los periodistas Ariel Scher y Gustavo Dejtiar.

Es filoso lo que cuenta Rodolfo O’Reilly, el ex secretario de Deporte de Alfonsín: “Che Michingo, cuándo lo vas a echar a Bilardo”, confiesa que le preguntó el presidente radical fallecido en 2009. Ese hecho ocurrió en las vísperas del Mundial, cuando nadie daba dos pesos por la Selección nacional.

En La historia detrás de la Copa también hablan dos ex combatientes de Malvinas, Javier Dollar y Héctor Rebasti, sobre el partido contra Inglaterra. Describen cómo vivieron aquel encuentro cuatro años después del final de la guerra, del que Valdano dice: “difícilmente encontremos más argentinidad que en ese partido”. Se apoya para asegurarlo en el gol de la mano de Dios y el que fue la obra más perfecta de Maradona en toda su carrera.

La miniserie repasa el enfrentamiento no perecedero de Menotti y Bilardo, la relación conflictiva de este último con Clarín –el periodista Mariano Hamilton reconoce que “teníamos como una cosa centrada de castigar a Bilardo”–, la clasificación angustiosa en el partido de Eliminatorias contra Perú, la enfermedad que lo privó a Passarella de jugar el Mundial y la sospecha de que pudo estar inducida y hasta datos de color que humanizan más el relato: la búsqueda desesperada de camisetas por el Distrito Federal porque a Bilardo se le había antojado usar unas caladas contra el seleccionado uruguayo.

Todos estos ingredientes hacen de La historia detrás de la Copa, un trabajo necesario. Porque investiga y explica los hechos con la perspectiva de los 30 años transcurridos y la certeza de que no se habían contado por completo.

La miniserie de ocho capítulos se pasará entera mañana en el Village Recoleta desde las 21.20, se repetirá nuevamente el 22 de abril a las 19.30 en el Centro Cultural Recoleta, el 23 a las 17.30 en el Cultural San Martín sala 2 y el 24 a las 17 en el Espacio Cultural Julián Centeya. Es para no perdérsela.