Rafael Di Zeo, Mauro Martín y otros 235 barrabravas de Boca que se trasladaban en cuatro micros hacia el estadio Defensores del Chaco, para presenciar el partido ante Cerro Porteño, fueron detenidos en la noche del jueves en Asunción por incidentes en la vía pública y tenencia de drogas y armas blancas, según precisaron ayer organismos de seguridad paraguayos.

El comisario Manuel Sosa, jefe de Seguridad de Eventos Deportivos de la Policía Nacional de Paraguay, informó que los barras se encontraban en la Fuerza de Operaciones de la Policía Especializada (FOPE), donde les tomarán declaración.

“Había varios elementos prohibidos adentro de los vehículos. La denuncia era que había armas de fuego, pero no las encontramos. Sí había armas blancas y otras evidencias”, reveló Sosa, quien sostuvo que encontraron “marihuana, cocaína y alcohol”, aunque no pudo precisar las cantidades.

Según contó Sosa, los barras “Xeneizes” fueron recibidos por hinchas de Sportivo Luqueño en las inmediaciones de su estadio, desde donde se trasladaron hacia el Defensores del Chaco para ver el encuentro correspondiente a los octavos de final de la Copa Libertadores.

Pero, en el viaje hacia ese estadio comenzaron los inconvenientes, cuando los micros se cruzaron con hinchas de Cerro Porte±o: “Se encontraron con gente de Cerro Porteño, que le habrá hecho algún gesto y ahí se bajaron”. Además, el funcionario paraguayo indicó que realizaron “despojos” en la vía pública, que “destruyeron vehículos” y realizaron “atropellos en una casa”, y añadió que “una señora manifestó que había sufrido lesiones”.

Rodrigo González, abogado de Martín, confirmó las detenciones de su cliente y de Di Zeo, y además contó que los micros donde iban los barras “tenían programado un camino que, extrañamente, fue cambiado por la Policía y los introdujeron a través de una villa”, donde se produjeron los incidentes. “Los metieron, adrede o no, adentro de una villa”, advirtió el abogado en declaraciones a un canal de televisión, y admitió que “los disturbios existieron”, pero no está confirmado que hayan disparado los barras de Boca durante los enfrentamientos.

En sintonía, se mostró José Monteleone, abogado de Di Zeo, quien afirmó que “por error o adrede (los barras) fueron trasladados por un lugar que no era el estipulado, donde fueron emboscados”. “Fueron conducidos por un sector, como una villa, y al micro le quedó un impacto de bala”, completó, aunque según su versión los hechos se produjeron cuando se retiraban del estadio.

La comisario Elisa Ledesma, jefa de Relaciones Públicas de la Policía, informó que en primera instancia les tomarán declaración a los cuatro choferes y que “recién después” sabrán si los barras “siguen presos o no”.

Además, Ledesma informó que la detención de los hinchas argentinos se produjo “una vez terminado el encuentro”.

Por otro lado, durante la jornada de ayer se supo que, como consecuencia de los destrozos realizados en Paraguay por la barra brava de Boca, la Conmebol estudia aplicarle un nuevo castigo al club xeneize, que en principio sería impedirle jugar con público visitante sus próximos compromisos por la Copa. En caso de concretarse, sería la segunda sanción de la Conmebol contra Boca en un año, tras la que le aplicó por la agresión con gas pimienta a los jugadores de River por los octavos de final de la Copa Libertadores 2015.