San Lorenzo visitó tierras venezolanas a paso firme y se impuso con autoridad a La Guaira por 2-0. Emmanuel Mas y Nicolás Blandi anotaron los goles azulgranas en la primera etapa. En la previa parecía que el conjunto del uruguayo Diego Aguirre respetaba demasiado al humilde conjunto caribeño, que en la ida llegó a convertirle un valioso tanto en el Nuevo Gasómetro. Finalmente se dio un resultado esperado entre dos conjuntos que no tienen equivalencias. El equipo de Boedo ahora debe enfrentarse con Palestino de Chile, que viene de eliminar a Flamengo de Brasil como visitante.

Con un solo cambio en su formación titular –Cauteruccio por Merlini–, San Lorenzo llegó a Barquisimeto con la misión de hacer valer el 2-1 logrado como local para quedar entre los ocho mejores de la Copa Sudamericana. Y cumplió el objetivo con creces.

La primera llegada de riesgo fue a los 7 minutos con un tiro libre de Belluschi que cruzó el área y salió al lado del palo. En el primer cuarto de hora, San Lorenzo –individualmente con jugadores de mayor jerarquíaa no iba a fondo como se presumía, en tanto La Guaira tocaba tranquilo, confiado en que podría generar una situación de riesgo de un momento a otro. Pero el momento llegó para la visita. Del rebote en un corner, Mussis habilitó a Belluschi, éste tiró un buscapié al área de Felipe Núñez y el sanjuanino Mas, rodeado de casacas naranjas, logró puntearla a la red en apenas 18 minutos. Enseguida también lo tuvo Blandi, pero el arquero chileno respondió bien. San Lorenzo ahuyentaba hipotéticos fantasmas, por lo que comenzó a acortar sus líneas y desarrollaba su juego con sobriedad.

No obstante, a los 30 apareció san Torrico y con la pierna derecha evitó el empate tras un disparo a quemarropa de Valoyes. En definitiva resultó una falsa alarma. Porque el Ciclón, entre otros factores, tiene a Blandi, un artillero en llamas. Desde la derecha los uruguayos Corujo y Cauteruccio armaron una jugada fenomenal que terminó con la cesión de este último para el goleador, que no perdonó. Con el 2-0, un débil La Guaira, sin ideas y con poco poder ofensivo, no sólo parecía liquidado sino que se exponía a una goleada en su propio terruño.

El complemento acaso pareció estar de más. Arrieta casi descuenta de chilena y hubiese sido un gol de antología. Pero con las expulsiones de Lucena y de Figuera, la excursión del equipo de Eduardo Saragó en el certamen continental se acababa más temprano que tarde. Para San Lorenzo, en cambio, la aventura copera continúa.