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A partir de la recuperación de la democracia, nuestra sociedad fue avanzando lenta pero inexorablemente en el camino hacia el afianzamiento del respeto por los derechos humanos. Desde el período más oscuro de nuestra historia, el desafío fue reconstruir la relación del Estado con las personas y asumir su protagonismo en la defensa y promoción de esos derechos.

Desde la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, estamos involucrados plenamente con esa tarea y la adoptamos como guía para nuestra gestión. Cuando se trata de los derechos de la diversidad sexual, lo hacemos desde la perspectiva de fortalecer la inclusión y erradicar las prácticas sociales de discriminación y exclusión.

En este sentido, es alentador saber que nuestro país está a la vanguardia en materia legislativa con relación a los derechos del colectivo LGBTIQ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans, Intersexuales y Queer). Fue el resultado de una valiente lucha de organizaciones y activistas que lograron introducir la temática en la agenda política y legislativa.

Sin embargo, tenemos una deuda en virtud de contribuir a una transformación social que acompañe los avances normativos. Se trata de fomentar una mirada que nos permita entender la diversidad como un valor positivo, intrínseco y necesario de toda sociedad.

Por eso quiero destacar la importancia del “Primer Congreso Nacional de Diversidad Sexual y Derechos Humanos” que se llevará adelante en la ciudad de Rosario este 30 de septiembre. Estamos convencidos de que este encuentro, organizado por la Dirección de Políticas Integrales de Diversidad Sexual de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, será un ámbito propicio para debatir sobre la temática junto con las organizaciones de la sociedad civil.

Es fundamental para nosotros escuchar la voz de las personas, conocer sus historias, saber qué sueñan y qué sienten, porque somos conscientes de que el saber y la experiencia está en los actores de la sociedad. La idea es que tengamos un diálogo franco entre todos, para plantear necesidades y problemáticas pendientes.

La intención es que las conclusiones sean insumos válidos para la elaboración de políticas públicas integrales y de carácter federal, con respecto a la diversidad sexual. Y contribuir a la construcción de una ciudadanía comprometida con el respeto a la diversidad sexual, en pos de una sociedad más justa, igualitaria y alejada de cualquier modo de discriminación.

* Secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural.