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Independiente se despidió anoche de la Copa Libertadores 2004, al caer por penales en el repechaje ante el Sao Caetano, en Brasil. El partido había terminado 2-2, pero a la hora de los remates desde los once metros, Losada y Carrizo convirtieron, a Morales le contuvieron el suyo y Giménez lo estrelló en el palo.
El equipo de José Omar Pastoriza había arrancado con la primera sorpresa, cuando Jairo Castillo definió con un pelotazo bajo, cruzado, que sorprendió a Silvio Luiz. Pero los brasileños, que querían imponerle su ritmo enloquecedor al partido, no tardaron en concretar la réplica. Todavía celebraban los hinchas rojos cuando Anderson Lima metió el derechazo entre Navarro Montoya y el palo, un disparo que el arquero no pudo contener y que se convirtió en el empate.
Con una pelota a espaldas de los zagueros del visitante llegó el 2-1. Navarro Montoya tapó, pero en el rebote le cometió un penal innecesario a Carvalho, que Marcinho convirtió con un remate seco y esquinado.
En el complemento, Independiente jugó mejor de la mano de Hugo Morales y llegó el empate cuando al arquero brasileño se le escapó la pelota y Hernán Franco anotó el gol tirándose con las piernas hacia adelante.